Mientras el presupuesto del 2016 presenta, bajo el enfoque tradicional, un déficit de 2,6% del Producto Interno Bruto (PIB), con la clasificación que hace el régimen de restar de los ingresos permanentes solo los gastos que considera que son realmente permanentes (no se incluye la inversión) se habla de un superávit del 5,1%.

El ejemplo lo puso ayer el presidente Rafael Correa al abrir la octava reunión de la Conferencia de Estadística de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que se realiza en la sede de la Unasur hasta mañana.

Ahí propuso innovar en conceptos usados en estadística y en nuevas formas de medir la realidad nacional y regional; acercar la estadística de finanzas públicas a la contabilidad privada, tener un balance de resultados, “con lo cual se superaría el absurdo de incluir inversión como un gasto más”.

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Agregó que la inversión crea activos como carreteras, pero el valor de estas no se registra, sí el pasivo que genera: la deuda adquirida para construirlas.

Así, explicó, se lleva a suponer “que todo ha sido pérdida”. “Los activos que genera el Estado a través de sus inversiones son invisibilizados”.

Habló del “ejercicio pionero (en el país) de crear nuevas categorías de finanzas públicas”. “Por supuesto, nos podemos equivocar, esto es un proceso error-corrección”, comentó.

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Además habló del reto de innovar en el tipo de fuentes usadas para producir la estadística oficial. Y espera que en el 2020 se realice el último censo, para pasar a registros automatizados y administrativos. (I)