Con el fin de explicar la ejecución del presupuesto, hace un mes, el ministro de Finanzas, Fausto Herrera, llegó a la Asamblea a contar una buena y una mala noticia. La buena: en el primer semestre del 2015 se habían conseguido los créditos que requería el Estado. Y la mala: para la segunda mitad del año el índice riesgo país se había disparado y la consecución de préstamos se complicaba.