Grave. Así consideran la situación que enfrentan los representantes de las clínicas y hospitales que prestan servicio al Seguro Social debido, según ellos, a la no cancelación de la deuda que mantiene el IESS y el Seguro Social Campesino.

Preocupados por encontrar una solución, los prestadores de servicios se reunieron ayer con Felipe Pezo, delegado del sector empleador ante el Consejo Directivo del IESS, a quien le expusieron sus inquietudes y le plantearon varias propuestas. Estas se darán a conocer mañana en la reunión prevista con Richard Espinosa, director general del IESS.

Roberto Gilbert Febres-Cordero, director de la clínica Guayaquil, señaló que uno de los planteamientos es el que se viabilice una nota de crédito para con ese dinero seguir prestando servicios al menos por los próximos tres meses.

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Añadió que requieren cancelar sueldos atrasados y pagar a los proveedores de insumos. “Las emergencias médicas no esperan (...). La mano de obra de los médicos siempre estará gratis, pero no podemos trabajar si no tenemos insumos...”.

Gilbert consideró que la reunión en Quito es importante porque de sus resultados se podrá aliviar esta deuda.

Raúl Alcívar González, director general del hospital Alcívar, expresó que los valores impagos varían. Pero en el caso de las clínicas y hospitales hay saldos pendientes que vienen desde el 2010 y valores del 2015. En las unidades renales la deuda es principalmente de este año.

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“Si nos remitimos a lo que es el 2014 para atrás estamos hablando de saldos, porque hemos recibido en su momento y hay saldos que están pendientes de auditar”, dijo.

Alcívar González, quien es también presidente de la Asociación de clínicas y hospitales privados del Ecuador, indicó que urge que se dé un abono de los valores ya auditados.

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Gilbert y Alcívar aseguraron que la atención al paciente en todas las clínicas y hospitales está garantizada.

Eso lo confirmó Julio César Intriago, un agricultor de 62 años, proveniente de Balzar, que recibía ayer atención por parte del doctor Armando Baquerizo, en la clínica Guayaquil. Es afiliado al Seguro Social Campesino y dijo sentirse bien atendido. “Pido al presidente (...) se siga con las clínicas privadas y que estén al día”.

Roque Guerrero, jubilado de 71 años, también se mostró satisfecho con la atención en la misma clínica. Fue derivado del hospital del IESS. Ahí fue operado del corazón y la vesícula.

Este Diario solicitó al departamento de comunicación del IESS una versión del tema, sin éxito hasta las 18:00.(I)

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Otro de los puntos es que se nos pueda recibir a una comitiva de los prestadores en el Consejo Directivo para profundizar la problemática.Raúl Alcívar González, director general del hospital Alcívar