Supuesto violador lideraría prostitución en Guayaquil

Reclutar e inducir a mujeres a la prostitución sería la supuesta actividad a la que se dedicaba Luis J. C. A., de 45 años, quien fue detenido el pasado martes.

El sujeto fue denunciado por dos mujeres, una de ellas de 17 años, que aseguraron haber sido violadas por él cuando acudieron a una supuesta entrevista de trabajo.

Los presuntos ultrajes habrían ocurrido en una oficina ubicada en un edificio en pleno centro de Guayaquil.

La captura del sospechoso se produjo en el interior de su domicilio, situado en el sur de la urbe, hasta donde llegaron agentes de la Brigada Anticriminal (BAC).

La madre de la menor acompañó a los gendarmes al operativo de captura. Ella contó que se sorprendió al ver en la casa del sujeto a varias mujeres que negaban conocerlo.

No obstante, el sujeto luego salió del sitio voluntariamente. “Negó haber violado a mujeres y decía que todo era mentira. Decía que mi hija había subido a su oficina para robar”, sostuvo la progenitora de la víctima.

Posteriormente el individuo fue trasladado a la Fiscalía e ingresado a los calabozos; pero en la noche fue llevado al hospital Guayaquil por un presunto cuadro de hipertensión.

Mientras tanto, ayer en la mañana, la adolescente y su madre se acercaron a la Fiscalía para realizar varias diligencias, entre estas la identificación del sospechoso a través de la cámara de Gesell.

La progenitora dijo que cuando agentes de la BAC acudieron a la oficina del supuesto violador hallaron un papel en la puerta que decía: “Cerrado por inventario”. Pero, al irrumpir en el sitio encontraron una uña postiza de la menor, cabellos y otras evidencias.

La menor recordó que el pasado lunes acudió al lugar por el ofrecimiento de trabajo como impulsadora de joyas y que al ingresar el ahora procesado supuestamente cerró la puerta, la agarró del cabello y la violó.

“Me decía que debía colaborar, de lo contrario nunca más iba a volver a ver a mi hija. Además él sabía de qué color es mi casa, dónde vivía y quiénes eran mis padres. Me decía que debía colaborar y que luego iba a trabajar en la prostitución”. (I)