Uno de los refugiados sirios que el gobierno acogió en Uruguay se roció el martes con combustible a modo de protesta, confirmó un vocero del Ministerio del Interior.

"El hombre se roció con nafta para presionar. Pero no pasó a mayores y ya está más tranquilo", dijo el responsable de la Unidad de Comunicación del Ministerio del Interior, Fernando Gil.

No se determinó de inmediato si el refugiado tenía el propósito de prenderse fuego en esta acción realizada en su casa de la ciudad de Juan Lacaze.

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El protagonista del hecho es Merhi Alshebli, jefe de una familia de 15 hijos radicada en esa ciudad del departamento de Colonia, 150 kilómetros al oeste de Montevideo.

En estos momentos Alshebli se encuentra en el juzgado de la vecina ciudad de Rosario, confirmó su hijo Ibrahim. El caso está siendo estudiado por el juez a cargo, dijo el inspector Enuversindo Correa, subjefe de la policía de Colonia, donde se encuentra la ciudad de Juan Lacaze.

Correa, sin embargo, se negó a dar otros detalles.

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Disconformidad con Uruguay

El lunes, Ibrahim Alshebli dijo que su familia seguía disconforme con las soluciones que les propone el gobierno uruguayo y que hoy martes serían visitados por una delegación de autoridades para seguir discutiendo el tema.

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Los Alshebli y otras cuatro familias sirias acogidas por Uruguay durante la presidencia de José Mujica (2010-2015) realizaron en septiembre una protesta que se prolongó por cuatro días, durante los cuales acamparon frente a la presidencia reclamando poder irse de Uruguay.

Al llegar, las familias totalizaban 42 personas, pero algunos otros integrantes se sumaron con el correr de los meses.

Tras vivir un año en el país, los sirios se quejan de que Uruguay es un país caro y falto de oportunidades, y sostienen que no podrán mantenerse cuando termine un plan de asistencia estatal que les otorga vivienda y dinero por un año más.

Una de las cinco familias, los Aldees, intentaron abandonar Uruguay con pasajes comprados con dinero propio. Pero el documento que se les proporcionó, un "título de identidad y viaje", no fue aceptado por las autoridades de Turquía. Tras pasar 20 días retenidos en el aeropuerto de Estambul, los Aldees debieron regresar.

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Un segundo grupo de 72 sirios debía llegar en febrero, lo que no ocurrió hasta ahora. El canciller Rodolfo Nin Novoa sostuvo que la segunda tanda llegará en noviembre o diciembre.

Desde que estalló la guerra civil en 2011, más de cuatro millones de sirios han abandonado el país, según cifras de Naciones Unidas. (I)