Otro plan para lotes estatales en isla Mocolí

La isla Mocolí, uno de los sectores de mayor plusvalía de Samborondón, está dividida en 31 lotes de diferente hectareaje. En unos se asientan urbanizaciones, con viviendas que pueden costar más de $ 400 mil, y en otros, solo hay maleza.

En el norte de la isla de 306 hectáreas, asentada en el río Babahoyo, están parte de los lotes desocupados. Dos de esos, el A2, de 3,5 hectáreas, y el B, de 9,4 hectáreas, pertenecen al Estado ecuatoriano.

Estos predios fueron entregados como dación en pago al Banco Central del Ecuador (BCE) en 2007 y 2009, debido a la quiebra del Banco del Tungurahua, que pasó a saneamiento de la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD) en 1998, explicó el antiguo emisor.

El lote B fue transferido a Inmobiliar en 2014 y en julio de 2015 la entidad que administra los bienes de propiedad del sector público inició un proceso para subastar el predio en un precio base de $ 7’802.929,80.

Esta subasta debía realizarse el jueves 1 de octubre, pero no se concretó por falta de oferentes, dijo Slav Ivanov, gerente comercial de Inmobiliar.

Pero el lote A2 aún está en manos del BCE y será transferido a Inmobiliar “en los siguientes meses, cumpliendo el mandato legal que tiene el Banco Central”, anotó esta última institución. El valor catastral de ese lote es de $ 2’800.000.

Los planes para los predios estatales en Mocolí han sido diversos. El presidente Rafael Correa, quien constantemente hace referencia a que allí vive el alcalde Jaime Nebot, anunció en 2013 que haría un proyecto habitacional popular en la isla. Aquello no se concretó. Un año después, ante la negativa del Municipio de Guayaquil y de Samborondón de acoger estudios contratados por el Gobierno para hacer un puente, Correa propuso un viaducto para Durán, con la ruta Peñón del Río-isla Mocolí-La Puntilla-Parque Samanes.

Y ahora surge una nueva iniciativa. Hace dos martes, el mandatario reveló que tuvo una reunión para conocer proyectos inmobiliarios ‘muy interesantes’ de empresarios que desean invertir en terrenos estatales. “Gente que está muy entusiasmada de invertir en el país en la zona del parque Bicentenario y en la zona de Mocolí, en los terrenos que tiene el Estado, en algunos proyectos hoteleros, etc.”, anticipó.

Sostuvo que revisaron condiciones y líneas de acción. Así, por ejemplo, se analizó si pueden pagar a plazo frente a la posibilidad de que haya un desarrollo. “O sea, no tenemos la plata en estos momentos, pero nos van a pagar poco a poco, y hay un desarrollo inmobiliario que moderniza nuestras ciudades y soluciona problemas de vivienda”, dijo Correa.

Christian Wiese, arquitecto que ha realizado edificios para grupos inmobiliarios, señaló que se trata de uno de sus proyectos, pero que en este momento es confidencial, pues “el único que lo ha visto es el señor presidente”.

En Celebrity, administradora de la isla Mocolí, no conocen detalles de esas propuestas.

El encargado de la planificación urbana del Municipio de Samborondón, César Haro, explicó que el suelo en el que se está levantando el complejo residencial Isla Mocolí es de densidad baja, es decir que solamente está apto para la construcción de viviendas. “Es por esta razón que no podría existir un plan hotelero porque el uso de suelo no lo permite”, dijo.

Cuando se termine de construir todo el plan residencial de Mocolí, esta tendrá una capacidad para albergar a 30.000 personas. (I)

Mejor oferente
Como Inmobiliar no pudo subastar el lote B de la isla Mocolí, ahora se analiza la posibilidad de hacer una convocatoria al mejor oferente, pero con una recarga del 3% en el precio de la anterior subasta.

Más de $ 770 mil en subasta de dos apartamentos en Entre Ríos

El jueves pasado, el día que se iba a realizar la subasta de un lote del Estado en la isla Mocolí, Inmobiliar subastó dos departamentos en el edificio Marina del Río, en Entre Ríos.

Al proceso se presentaron tres oferentes.

David Morla, uno de los proponentes, realizó una observación por la ausencia de un notario. Un funcionario de Inmobiliar dijo que eso no era necesario porque la subasta era pública y se estaba grabando.

Cada subasta se desarrolló en 20 minutos, lapso en el que los oferentes presentaron distintas propuestas.

Al final, los dos departamentos se adjudicaron en más de

$ 770 mil, es decir, se obtuvieron $ 126 mil adicionales al precio referencial.

Morla, quien ganó uno de los departamentos, reclamó porque en la segunda subasta no se consideró su última oferta. Inmobiliar estipuló que estaba fuera de tiempo. (I)

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