La Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) pidió al gobierno del presidente Rafael Correa "supere por los mismos canales oficiales" la situación que generó con la notal verbal de protesta enviada a la Nunciatura Apostólica quejándose de las opiniones "políticas" de monseñor Antonio Arregui, arzobispo de Guayaquil.

Arreguí había señalado que el llamado al diálogo que promueve el Gobierno, debe “recuperar credibilidad” y pidió al Régimen escuchar a todos los actores sociales, sin excepción, para rectificar acciones.

Expresiones que para el secretario jurídico de la Presidencia, Alexis Mera, no tenían sentido y tildó a Monseñor de "insolente y recadero de la derecha". Mientras que el presidente Rafael Correa dijo que si la iglesia no quiere respuestas políticas, no debe hablar de política. Anunció que por eso envió la nota de protesta a la Nunciatura.

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En el comunicado, la CEE señala que "en la compleja situación presente del país, los Obispos de la Conferencia Episcopal no pueden dejar de ofrecer su colaboración con el pueblo ecuatoriano para afrontar los desafíos actuales, valorando las diferencias, fomentando el diálogo y la participación sin exclusiones”.

Por ello, la nota verbal del presidente "no se compadece con el respeto a esta libertad propia de la Iglesia. Este paso (superar por los mismos canales oficiales) favorecerá, de manera concreta, las condiciones de diálogo y de respeto", destacó la Conferencia en el comunicado publicado en su página web luego de una asamblea de obispos realizada en Quito este jueves.

La CEE saludó el acercamiento que surgió desde el Ministerio de Relaciones Exteriores y el diálogo que mantuvo con el canciller Ricardo Patiño para superar el impase y dijo que de esa manera se reconoce el deseo de "superar la situación creada por las desafortunadas declaraciones de exponentes del Ejecutivo, ya que éstas implicaban una limitación del derecho de los pastores de la Iglesia a ejercer su misión propia de iluminar con el Evangelio las realidades y situaciones sociales".

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"La legitimidad con que los obispos actúan ejerciendo su magisterio social se corresponde con la libertad de todos los ciudadanos, solos o asociados, en participar, cada uno desde su ámbito específico, y bajo su propia responsabilidad, a la construcción del bien común. Es doctrina ordinaria de la Iglesia que una real justicia social implica siempre garantías de libertad", finalizó el comunicado.

Mientras, un grupo de católicos se concentró el jueves en los exteriores de la Conferencia exigiendo disculpas públicas a Mera. Con cartelones y gritos dijeron "¡Basta de odio, queremos paz!" y pidieron respeto a la iglesia en “defensa al derecho a opinar". (I)