Nilüfer Demir, la fotógrafa turca que retrató la foto del yerto cuerpo de Aylan Kurdi en una playa, aseguró: “Cuando vi a Aylan Kurdi se me heló la sangre”. Ella, según informó el diario argentino Clarín, retrataba el hallazgo de los cadáveres de doce refugiados sirios, ahogados al intentar llegar en balsa a la isla de Kos, en Grecia, entre ellos siete menores.

Pero Aylan Kurdi, de 3 años, no era el más pequeño. Constaban los cuerpos de Abdullah y Zeinab Jafer, de año y medio. También el del hermano mayor de Aylan, Galip, quien justo había cumplido 5. Los otros tres menores tenían 7 y 11 años.

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A unos cien metros yacía su hermano Galip. Él también tenía la camisa levantada. Pero para Galip y a Tahara, no había ninguna razón por la que tuviesen que seguir en el agua. Eso reveló el dramatismo del momento. Pero lo único que podía hacer era hacer la foto, y eso hice".

"Antes de apretar el botón sentí un gran dolor y tristeza. Después, que teníamos que mostrar la tragedia. Mi trabajo es sacar buenas fotos y hacer lo mejor que pueda", dijo Demir para referirse a lo que sintió en el momento de captar la imagen.

La foto se convirtió en un símbolo de los refugiados de Europa, en momentos en que se intensificaron los movimientos migratorios, en especial por los fuertes conflictos en Siria. (I)