La primera siembra de semillas de spondylus (Spondylus limbatus) y pepinos de mar producidos en laboratorios se realizó el pasado 12 de agosto en el área de la reserva marino costera frente al islote El Pelado, en la provincia de Santa Elena.

Doscientas semillas de cada especie fueron sembradas en jaulas ancladas a unos 12 metros de profundidad, las cuales serán monitoreadas para ver su evolución en el mar.

Esta primera inserción en mar peninsular se hizo luego de varios estudios del Centro Nacional de Acuicultura e Investigaciones Marinas (Cenaim) de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), en convenio con la Subsecretaría de Acuicultura del Magap.

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Los estudios fueron desarrollados por cinco biólogos marinos que aportaron con sus conocimientos en los laboratorios de moluscos del Cenaim.

Stanilaus Sonnesholzner director del Cenaim, contó que se eligió el sitio por la cercanía y porque es un área de reserva en la que existieron spondylus y pepinos de mar.

El proyecto está en ejecución desde hace tres años. Allí se ha analizado la reproducción y el crecimiento en laboratorios del pepino y de la concha.

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Los técnicos del proceso son Alfredo Loor, Adrián Márquez, Daniel Rodríguez, Jorge Sonnesholzner, Jorge Jaramillo y María Panchana y el investigador César Lodeiros.

Ambas especies están declaradas en peligro de extinción. Esto tras el reporte biológico del Instituto Nacional de Pesca que decía que no existían individuos vivos en las zonas de El Pelao, La Viejita, Tello, El Acuario, 40 y La Vieja.

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Desde 2009, la Subsecretaría de Recursos Pesqueros declaró una veda permanente para la concha Spondylus calcifer y Spondylus princeps.

En los laboratorios de Cenaim hay especímenes de un año, mantenidos en agua de mar tratada. Se han realizado análisis del proceso de fecundación de un ovocito (óvulo de la spondylus) y de su desarrollo larvario, juvenil y adulto.

Esta inserción busca determinar cómo es su adaptación, la tasa de crecimiento y el nivel de supervivencia, ya que cuando son huevos su vida depende de la temperatura del agua, mientras más alta, más vida.

En el pasado, la spondylus fue moneda de cambio. (I)

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