La alarma anuncia el zarpe del barco a las 18:00. Los visitantes se ubican a los costados, mientras la música comienza a sonar por el parlante y el capitán Miguel Bohórquez Ortega da la bienvenida a bordo del buque Morgan.

Hace tres años, él retornó a Guayaquil, su ciudad natal, desde las islas Galápagos con la propuesta de ser el capitán de un barco. “Estaba allá y recibí la oferta de venir a dirigir un barco, pero nunca me dijeron que era el Morgan”, dice Bohórquez, de 49 años.

En las Islas Encantadas hizo su carrera. A los 17 años, su hermano le enseñó a maniobrar las naves y poco a poco, con los trabajos en los que fue interviniendo, adquirió experiencia.

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Tiene el título de Patrón de altura, que lo faculta a dirigir embarcaciones, acreditación que obtuvo de la Armada del Ecuador, en la que recibió cursos de capacitación.

Antes de regresar a Guayaquil, la isla Santa Cruz fue su hogar. La tranquilidad de las calles, la seguridad y los hermosos parajes con los que se encontraba son escenarios que gustaría trasladar a la Perla del Pacífico.

Bohórquez asegura que a su retorno, el Puerto Principal ha cambiado. El turismo ha crecido y la oferta también.

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“Antes era raro ver un barco grande en el Guayas, ahora hay varias lanchas y todas vienen con pasajeros. Está recobrando protagonismo el turismo fluvial. El turista también quiere recorrer a Guayaquil”, dice.

Los mariscos son parte de esa añoranza del archipiélago, lugar al que desea regresar para no perder su condición de residente y volver a bucear.

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“Aprendí a bucear con los langosteros, con compresor y manguera, después hice cursos para bucear con tanque”, comenta Bohórquez, quien ha capitaneado yates y veleros.

Allá se deleitó al comer langosta, pulpo, bacalao y canchalagua, un molusco que se prepara en cebiches.

El buque Morgan es su nuevo hogar, revela. Estar a bordo de la nave le brinda la sensación de seguridad, porque sabe lo que hace, y de responsabilidad, por la vida de los pasajeros.

“No tengo cábalas, yo me encomiendo a Dios desde que salgo de mi casa y espero seguir en los barcos hasta que él quiera”, expresa. (I)

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años lleva trabajando como capitán del barco Morgan.

Propietario
El buque es propiedad del argentino Claudio Llanas.

Visitantes
Tiene capacidad para 150 personas. Ahora se tramita el permiso para más pasajeros.

Precios
Recorrido de una hora cuesta $ 7 (adultos) y $ 5 (niños y tercera edad). Recorrido con barra libre vale $ 15 (jueves y sábado). Paseos desde las 15:00, de martes a domingo.