En medio de la escasez de alimentos y artículos de primera necesidad, los venezolanos estarían solventando los gastos de dos familias presidenciales. La del mandatario Nicolás Maduro, que vive en el Fuerte Tiuna, y la del exgobernante Hugo Chávez, que nunca desalojó la residencia presidencial conocida como La Casona.

Según una denuncia del diputado opositor Carlos Berrisbeitía, publicada en la página web del diario ABC, para el año 2014 se habría presupuestado un gasto diario de más de 2,8 millones de dólares (cambio actual). Este monto incluiría los gastos de mantenimiento de La Casona, como electricidad, teléfono, seguridad del personal civil y militar, guardaespaldas, choferes, salas de bolos y baile, piscinas, cocineros y cuidado de vehículos, sin incluir pasajes ni viáticos de viajes de las dos hijas mayores de Chávez, Rosa Virginia y María Gabriela (actual embajadora alterna en ONU).

Las hijas de Chávez han sido fuertemente criticadas por la vida de despilfarro que llevan y que ellas mismas se han encargado de mostrar a través de fotos en las redes sociales.

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“María Gabriela, al igual que su hermana Rosa Virginia, sigue teniendo un peso importante en el gobierno de Maduro, no por participar en las decisiones políticas ¬algo que no debe preocuparles a ambas en la actualidad, mientras no afecten sus intereses¬ sino al constituir una especie de ‘herederas al trono’: continúan explotando los réditos obtenidos tras la imagen de ese Chávez enfermo y sonriente pese al sufrimiento, tratando de parecer imbatible, con ambas siempre a su lado”, reseña Alejandro Armengol en el nuevoherald.com. (I)