Hasta hace poco más de un año, en el lugar donde hoy se encuentra la casa en la que desemboca el sofisticado túnel por el que presuntamente se escapó el narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán, no había nada más que hierba. Eso dicen los vecinos de la zona, que coinciden al asegurar que en el verano de 2014, sólo unos meses después de la captura del capo, alguien compró el predio y levantó la casa con gran rapidez.