El fiscal Franklin Saltos y personal de la Unidad de Criminalística, de la Policía, realizaron a las 11:00 de ayer el reconocimiento del lugar donde habría originado la riña que desencadenó una brutal agresión contra Angie S. P., de 22 años, quien quedó herida de gravedad.

Los peritos policiales acordonaron el área del centro de diversión nocturno, ubicado en las calles Imbabura y Panamá, en el centro de Guayaquil.

Saltos y los agentes recorrieron cada rincón del establecimiento y descubrieron cuatro cámaras de videovigilancia, una en la parte externa del local y tres en el interior.

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Luego de media hora, esos equipos electrónicos y una computadora fueron embalados y trasladados bajo cadena de custodia a la bodega de evidencias de la Policía Judicial para ser analizados.

El fiscal Saltos manifestó que los equipos de grabación son una evidencia importante para la investigación, pues ayudarían a determinar por qué se originó la riña.

Sin embargo, Édison Torres, propietario y administrador de la discoteca, expresó que debido a una falla técnica en los equipos las cámaras no estaban operativas ese día.

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“Las cámaras estaban funcionando normalmente, pero adentro en el equipo hubo una falla técnica”, sostuvo Torres, quien agregó que aquella madrugada en que se produjo la agresión contra Angie él estaba en la cabina de audio, por lo que supuestamente no se percató de los acontecimientos.

Luego los peritos acudieron hasta el lugar exacto, donde, según un video que circuló por las redes sociales, Angie fue abordada por varias personas que la golpearon e hicieron cortes en diferentes partes del cuerpo.

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El fiscal dijo que en los próximos días receptará la versión de una persona que fue testigo de lo que sucedió en el interior de la discoteca.

Asimismo, dijo que está pendiente la comparecencia de Alexandra L. S. y Marisol P. C., quienes fueron detenidas el día de los hechos. Con ellas, son cuatro los aprehendidos por este caso y la Policía busca a otras cuatro personas. (I)