El papa Francisco denunció el domingo a "las grandes potencias" del mundo por no haber actuado cuando recibieron informaciones de que judíos, cristianos, homosexuales y otros eran transportados a campamentos de exterminio en Europa durante la Segunda Guerra Mundial.

También condenó la muerte de cristianos en gulags en Rusia durante la dictadura estalinista, que sucedió a la guerra.

El pontífice habló sin libreto durante un encuentro con jóvenes cuando les dijo que comprendía el motivo de su desconfianza.

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"Las grandes potencias tenían fotografías de las rutas ferroviarias que los trenes tomaban rumbo a Auschwitz para matar judíos, cristianos, homosexuales, de todo", dijo Francisco sobre el campamento de exterminio en Polonia. "¿Por qué no bombardearon esas rutas ferroviarias?", se preguntó.

Refiriéndose a los gulags en Rusia, el papa se lamentó del sufrimiento y muerte de cristianos.

Deplorando el cinismo de los líderes mundiales en las décadas de 1930 y 1940, Francisco dijo que "las grandes potencias dividieron Europa como un pastel".

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También se refirió a "la gran tragedia de Armenia". "En el siglo pasado, millones de armenios murieron", agregó. "Sin embargo ¿dónde estaban en ese entonces las grandes potencias? Se estaban haciendo de la vista gorda".

En abril, el papa disgustó a Turquía cuando calificó de "genocidio" la matanza de armenios a manos de turcos otomanos.

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En el mundo de hoy, dijo Francisco a los jóvenes, "todo se hace por dinero" y criticó a quienes propugnan la paz y a la vez fabrican o venden armas.

El papa reiteró su posición de que los conflictos en el mundo de hoy equivalen a "una Tercera Guerra Mundial en segmentos".  (I)