No volver a irse de casa, esa fue la promesa que Luis Francisco Arana Araujo (23 años), le hizo a su madre, Gladis Araujo luego de volverla a abrazar después de siete años.

El joven volvió a ver a su progenitora y a su hermana después que se fuera de su casa en la ciudad de Quevedo, en Los Ríos, en el año 2008.

Entre sollozos, Araujo recordó que su hijo abandonó el hogar al no superar el asesinato de su hermano menor. “Él tenía 16 años cuando se fue de la casa, lo hizo luego de haber estado en el funeral de su hermanito”, expresó la mujer, quien agregó que en un principio no se desesperó por buscarlo ya que era la tercera vez que se iba de casa, pero luego regresaba.

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Comentó que al pasar los días y los años la desesperación de saber el paradero de Luis la enfermaron, pero luego de recuperarse lo comenzó a buscar. “Yo lo comencé a buscar, pero nunca lo encontré”, indicó la mujer quien contó que recién el año pasado presentó una denuncia en la Fiscalía.

Mientras que, Arana dijo que en este tiempo en seis ocasiones compró los pasajes para regresar a Quevedo, pero que luego se arrepentía.

Víctor Araus, jefe de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestro (Dinased) de la Zona 8, explicó que fueron quince meses de investigación para dar con el paradero de Arana.

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Indicó que cuando la madre presentó la denuncia, la Dinased de Los Ríos los ayudó con información y conocieron que el joven al parecer consumía drogas y que estaría como indigente en Guayaquil.

El oficial manifestó que un grupo de agentes amplió la búsqueda en varias zonas de esta ciudad hasta lograr ubicar al joven en las calles Séptima y Colón, en el sector del barrio Garay. (I)

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324 denuncias de personas desaparecidas se han presentado en el primer quinquimestre en la Fiscalía del Guayas.