(Actualizado a las 19:50)

Los irlandeses aprobaron por abrumadora mayoría la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, anunciaron este sábado las autoridades electorales, un resultado sorprendentemente asimétrico que el clero católico y los defensores de los gay describieron como una "revolución social".

En el referendo del viernes, el 62,1 % de los electores apoyó el "sí" para que se modifique la definición del matrimonio en la Constitución como la unión entre dos personas sin importar su sexo.

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En el patio empedrado afuera del Castillo de Dublín, miles de defensores de los derechos de las personas homosexuales que observaban los resultados lloraron, se abrazaron y vitorearon ante la difusión de la noticia.

"Con la votación de hoy, hemos revelado quiénes somos: un pueblo generoso, compasivo, audaz y alegre", declaró el primer ministro Enda Kenny al expresar su beneplácito por el resultado.

A un lado de Kenny, la viceprimera ministra Joan Burton dijo que esta victoria constituye "un momento mágico y conmovedor, cuando el corazón del mundo palpita en Irlanda".

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Esta nación europea se convirtió en la primera en el mundo que aprueba el matrimonio entre personas del mismo sexo mediante consulta popular. Otros 19 países han legalizado la práctica mediante sus legislaturas y tribunales.

El porcentaje inesperadamente amplio de aprobación sorprendió tanto a quienes están a favor como en contra. Más de 1,2 millones de irlandeses apoyaron el "sí" y menos de 750.000 el "no".

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Sólo el "no" ganó por escasa mayoría en uno de los 43 distritos electorales de Irlanda, en Roscommon-South Leitrim, ubicado en la cenagosa región central del país.

Según analistas, el triunfo del "sí" se debió a la intensa utilización de las redes sociales para movilizar a los jóvenes, decenas de miles de los cuales votaron por primera vez.

Tanto el clero católico como los defensores de los derechos de los gay describieron el resultado como una revolución social en Irlanda, donde hace solo unas décadas los electores habían reforzado la autoridad de las enseñanzas de la Iglesia católica con votos abrumadores a favor de las prohibiciones al aborto y el divorcio en la década de 1980.

Los electores legalizaron el divorcio por escasísimo margen en 1995 y ahora, por firme mayoría, rechazaron los reiterados llamados de la Iglesia católica para que se opusieran al matrimonio entre personas del mismo sexo.

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El aborto continúa proscrito y se perfila como el siguiente gran enfrentamiento de política social en el país.

El arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, dijo que "la abrumadora votación" contra las enseñanzas de la Iglesia sobre el matrimonio gay significa que el clero en Irlanda necesita encontrar con urgencia un nuevo mensaje y una nueva voz para llegar a los jóvenes del país.

"Es una revolución social... La Iglesia necesita hacer una revisión total a fondo", señaló Martin.

"¿Nos hemos alejado complemente de los jóvenes?", preguntó. "La mayoría de quienes votaron a favor son producto de nuestras escuelas católicas durante 12 años". (I)