Muchos aplausos y gestos de alegría de los directivos, docentes, invitados especiales, alumnos, padres de familia y exalumnos, fue lo que provocó el entierro de la cápsula del tiempo en el patio del anexo del colegio Alemán Humboldt, que está ubicado en la urbanización Ciudad Celeste, en el km 9, el pasado viernes 15, durante la inauguración oficial de la nueva sede de Samborondón.

Los alumnos de tercero de bachillerato, Francesco Cozzarelli e Isabela Reyes, presidente y vicepresidenta del Consejo Estudiantil, mostraron un tubo de metal en el que guardaron la invitación a la ceremonia, el periódico del día, el uniforme actual y los planos del colegio, y que de manera simbólica representa una cápsula para la memoria, que será abierta después de 50 años.

La ceremonia comenzó con las palabras de bienvenida de Katrín Alarcón, rectora general de la institución. “Tengo la certeza de que nuestra extensión se convertirá en un lugar en el cual el niño, su hijo, nuestro alumno, ocupa el primer lugar”, enfatizó.

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La presentación del coro de niños del colegio, conformado por estudiantes desde kínder hasta sexto grado de educación general básica (EGB) alegró al público que los ovacionó con un aplauso prolongado. “Es importante no saltarse y sonreír, es esencial. Sin apuro, con delicadeza, encontrando la belleza de estar aquí”, decía una de las estrofas de la canción compuesta por el exalumno Juan Zevallos.

Otra de las composiciones que armonizaron la ceremonia fue la que estuvo a cargo del guitarrista Julio Almeida, quien compuso un tema en honor a Alexander von Humboldt y lo interpretó junto al violinista Jorge Saade.

Al final del evento un comité delegado cortó la cinta. (I)

“Estoy contento con la educación que imparte el colegio, además las instalaciones son nuevas y estoy encantado con estas” FAUSTO ZUÑIGA, padre de familia