Gabriela Rivadeneira, presidenta
“Unidad, lealtad y disciplina”

“(...) Como proyecto político hemos superado momentos de adversidad priorizando la unidad y la lealtad a nuestros objetivos, así ha de seguir siendo en esta nueva etapa.

Hoy más que nunca necesitamos unidad, disciplina y lealtad a nuestro mandante que es el pueblo ecuatoriano, a esta revolución que ha transformado el Ecuador, la vida de millones de compatriotas.

Unidad, disciplina y lealtad para garantizar que el cambio sea irreversible, hoy más que nunca debemos ser fuertes y permanecer unidos porque se viene un tiempo en disputa, un tiempo político en el que nos tocará enfrentar a las fuerzas del conservadurismo que intentan desestabilizar las instituciones de esta revolución que tanto nos ha costado... y claro que vamos a responder, ante cada ataque más firmeza, ante el boicot de la derecha más respuesta y trabajo para nuestro pueblo, ante las amenazas responderemos con más leyes que sigan construyendo el país (...)”. (I)

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Rosana Alvarado, primera vicepresidenta
‘Recién aparecen los libertarios’

“(...) Recién ahora han aparecido los dizque libertarios, los independientes, los luchadores contra la dictadura, contra la tiranía, para diferenciarse ellos de los alzamanos, de los sumisos, de los obedientes. De una vez por todas, vamos a recordarles a esos libertarios, a esos independientes, a esos que luchan contra la dictadura y contra la tiranía, vamos a darles memoria a estos que se llamaron a sí mismos los perros con hambre, vamos a recordar hasta dónde puede llegar un legislativo sometido, sumiso... Legisladores de todos los partidos actuales o reciclados llegaron a redactar esta barbaridad: ‘Hasta que el Estado cuente con instrumentos legales adecuados para enfrentar crisis financieras y por el plazo no mayor de dos años contados a partir de la vigencia de esta Constitución (de la de 1998) el Banco Central del Ecuador podrá otorgar créditos de estabilidad y solvencia a las instituciones. Disposición transitoria 42 de la Constitución de 1998’...”. (I)

Marcela Aguiñaga, segunda vicepresidenta
“Me declaro sumisa, y qué...”

“(...) En desconocimiento de siglos de lucha, en pleno siglo XXI existen unos cuantos que insisten en restaurar un régimen de odio y que algunos han tratado y han osado llamarnos sumisas e inclusive borregas por defender ideales, por defender luchas que jamás traicionaremos (...). Jamás traicionaremos para que más mujeres vayan a las universidades, jamás traicionaremos que más mujeres tengan salarios dignos, jamás traicionaremos que una mujer se permita que sea despedida cuando esté embarazada. Si por eso nos dicen sumisas, me declaro sumisa y qué. Qué contradictorios son esos quienes se rasgan las vestiduras al autoproclamarse vigilantes de los derechos de las mujeres y de las libertades, las que antes las marginaban (...). A ellos les decimos: no desmayaremos ni un solo día, ni un solo instante (...). Ahora más que nunca debemos apresurar el paso, debemos ser apasionados, vehementes, pero debo advertirles que el camino será difícil (...)”. (I)