Michelle Obama destacó este domingo  durante un acto en el estado de Alabama (sur, EE.UU.) que en la campaña presidencial del 2008 enfrentó "preguntas diferentes" a las que suelen rodear a las futuras primeras damas, por ser la primera mujer negra que podría ocupar ese cargo.

"Como potencial primera afroamericana en ser primera dama fui el foco de otro tipo de preguntas y especulaciones diferentes a las que enfrentaron otras esposas de presidentes, conversaciones que tenían origen en los miedos y percepciones erróneas de otros", dijo hoy en un discurso de graduación en la Universidad Tuskegee en Alabama.

"¿Hablaba demasiado alto? ¿Era demasiado blanda? Era demasiado mamá y no suficientemente una mujer profesional", puso como ejemplo del tipo de preguntas que tuvo que afrontar.

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"Entonces pasé muchas noches sin dormir preocupada por lo que la gente pensaba de mí, pero finalmente opté por lo único que podía hacer, ignorar todo ese ruido", añadió la primera dama estadounidense.

En su alocución, emitida por la cadena de noticias CNN, Michelle Obama recordó una portada de revista en la que la dibujaron con un "enorme peinado afro" y una metralleta.

"Era una sátira, sí, pero si soy realmente honesta, me bloqueó un poco. Me hizo pensar cómo me veía la gente", confesó.

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La primera dama recordó que su marido, el presidente estadounidense Barack Obama, sigue recibiendo insultos y mofas por su raza y que "algunos todavía siguen cuestionando su ciudadanía".  (I)