Más de un millar de ingenieros revisaban ayer las viviendas dañadas por el terremoto en la capital nepalí y asesoraban a la gente sobre su seguridad.

Unas 13.000 familias pidieron a la Asociación de Ingenieros de Nepal que inspeccionara sus casas tras el gran sismo de magnitud 7,8 que se produjo el 25 de abril cerca de Katmandú, indicó el secretario general de la entidad, Kishore Kumar Jha.

El colectivo, que tiene unos 2.000 ingenieros civiles y estructurales, ha habilitado líneas telefónicas para quienes soliciten una inspección.

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“Hemos estado recibiendo llamadas constantemente. Estamos intentando responder a tantas como nos es posible”, dijo Jha. “El 40% de las casas inspeccionadas por el momento son consideradas seguras”.

Aún no está claro cuántas casas resultaron dañadas en la capital y cuántas pueden repararse. Algunos edificios modernos parecen haber superado el sismo sin consecuencias. Pero en los vecindarios más pobres los daños son generalizados. (I)