Un barrio de Londres se propone acabar con las molestas heces de perro en parques y zonas peatonales y, para encontrar a los dueños de los canes que no se ocupan de recogerlas, planea realizar pruebas de ADN a los excrementos.
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Los dueños que no retiren los excrementos de sus mascotas podrían ser castigados con una multa de hasta 80 libras (unos 110 euros/123 dólares).
Un barrio de Londres se propone acabar con las molestas heces de perro en parques y zonas peatonales y, para encontrar a los dueños de los canes que no se ocupan de recogerlas, planea realizar pruebas de ADN a los excrementos.
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