Semanas atrás, cuando cumplía los trámites para matricular su automóvil, Hélida Lucín, de 67 años, se llevó un susto. Tenía una deuda de más de $ 1.000 por concepto de nueve multas al exceder supuestamente los límites de velocidad en la vía Guayaquil-Salinas.

Siete de las citaciones fueron captadas por los fotorradares en enero y las dos restantes en febrero. Aparentemente, iba a rangos que van de 117 a 127 kilómetros por hora.

Lucín, jubilada que vive en Salinas y que viaja con frecuencia a Guayaquil a visitar a sus nietos, duda de la fiabilidad de los fotorradares. “Soy una mujer con problemas cardiacos. Manejo de 80 a 90 km por hora. En un mismo día me ponen tres multas”, dice.

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La conductora cuenta que la semana pasada acudió a impugnar las infracciones por temor a perder los puntos de su licencia por cada multa.

Pero en el juzgado conoció que debía presentar, a través de un abogado, un escrito por cada citación. “¿Cómo las pago? Un abogado cobra $ 100 por cada escrito y por acudir a la audiencia”, manifiesta.

Para ella, las mediciones de los radares no están siendo obtenidas de manera correcta. Afirma que las fotos que sustentan dos multas corresponden a una misma escena.

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Durante los últimos días, usuarios que circulan por esa vía se han quejado por las multas de los fotorradares. Unos refieren que los fotorradares no cumplen con la acreditación del INEN, que regula el uso de los artefactos que operan en varias carreteras.

Michel Doumet, director de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), señala que de los 800 mil vehículos que han circulado por la vía a la costa solo el 3% ha sido multado.

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El funcionario refiere que no existe una norma INEN para los radares, porque tiene que haber una homologación por la Agencia Nacional de Tránsito (ANT). “Para obtener el certificado de homologación de la ANT demoró 5 meses en pruebas”, aseguró ayer en una entrevista radial. (I)

A mí no me notificaron (las multas), ahora que pagué la matrícula me salen un poco de citaciones. El problema de las multas comenzó en enero, yo no había tenido multas ”.Hélida Lucín, jubilada