En el norte y sur de la provincia de Manabí son evidentes los efectos de las variaciones climáticas, mientras que en Chone las fuertes lluvias han inundado las calles, en Jipijapa, la falta de agua preocupa a los pobladores.

En dos meses, Paula Buenaventura, de 72 años, perdió a 6 de sus caballos, ella reside en la comunidad Mero Seco, de la parroquia Julcuy, del cantón Jipijapa, en Manabí, y manifiesta que la falta de agua en este sector la ha perjudicado.

“Se me murieron mis caballos. Mis hijos cuando vienen me ayudan para la comida, pero no he podido sembrar porque no hay agua”, dijo la mujer.

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En este sitio, según el presidente de la Junta Parroquial, Edwin Chilán, recibieron ayuda (alimentos, vitaminas, forraje) del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (Magap), pero que esta se acabó y se encuentran alarmados.

Señaló que el pasado martes se activó el Comité de Operaciones Emergentes (COE) parroquial para solicitar ayuda para más de 2.000 habitantes de Julcuy y para rescatar a unas 600 vacas que aún subsisten el territorio en donde, desde hace unos 3 meses, han muerto ya unas 30 cabezas de ganado.

Xavier Valencia, coordinador de la zonal 4 del Magap, expresó que en conjunto con los municipios se planifica implementar políticas como el cambio del tipo de cultivos en zonas en las que la falta de agua es una problemática.

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Advirtió la posibilidad de que en la parte sur de la provincia, en los cantones Jipijapa, Puerto López y Montecristi, se “desestimule” la actividad ganadera por el déficit hídrico.

“No tienen agua ni para tomar peor para mantener un animal como una vaca que tiene que beber entre 80 y 100 litros diarios”. Añadió que en estas zonas cae anualmente un promedio de 250 mililitros por metro cuadrado y que esta es una cifra muy baja.

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Mientras, en Chone, norte de Manabí, las calles y las casas llenas de agua se han vuelto un escenario recurrente en la época de lluvias.

Marlene Muñoz, de 60 años, y comerciante de ropa, aseguró que las inundaciones afectaron su economía en varias ocasiones porque las corrientes de agua que se forman en las calles se llevaron su mercadería.

El alcalde del cantón, Deyton Alcívar, manifestó que esperan que la construcción del multipropósito Chone contribuya a disminuir esta problemática.

Agrega que las inundaciones en la ciudad se deben, además, al alcantarillado que se encuentra colapsado. Alcívar dijo que la empresa pública Ecuador Estratégico ya les entregó los estudios definitivos del Proyecto Integral del Alcantarillado Hidrosanitario para Chone y que al momento se gestiona el financiamiento para esta obra.

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Para Manuel Mendoza, agricultor de 55 años del sitio El Tillo, de la parroquia Ricaurte, las autoridades deben definir políticas agrícolas para los campesinos, para evitar las afectaciones por causa de las inundaciones y la sequía. “Ahora la esperanza está en el multipropósito, pero esperamos que el Gobierno cumpla su objetivo y termine la obra totalmente, en todas sus fases”, dijo Carlos Williams, un maestro jubilado de 68 años, habitante de Chone. (I)