Greta llegó a Miraflores hace 28 años a su casa, ubicada a poco más de una cuadra de la iglesia de San Judas Tadeo. Un año después, su esposo falleció y fueron sus nietos, con los que visitaba cotidianamente el templo, los que le dieron consuelo.

Por ello afirma que sintió morir y lloró del dolor cuando la iglesia fue derrumbada luego de comprobarse que existían daños estructurales que impedían su restauración.

Pero fue el pasado 18 de febrero, justo el Miércoles de Ceniza, cuando “el guardián me llamó: ‘Doña Greta, doña Greta’, y me llevó hasta la iglesia nueva, donde me mostró las bancas recién llegadas. Ahí volví a llorar, pero esta vez de alegría. Se me vinieron a la mente mi esposo, mis nietos y todos esos recuerdos del tiempo que pasé con ellos en la iglesia anterior y que no puedo olvidar”, señala emocionada.

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Es que con la entrega de la nueva iglesia por parte de la Fundación Guayaquil Siglo XXI a través de Malecón 2000, los devotos de san Judas Tadeo, residentes en Miraflores y en toda la ciudad, pueden volver a la normalidad luego de que los eventos litúrgicos de la parroquia debieron realizarse en diversas dependencias por el lapso de casi cuatro años.

“Tuvimos que acudir a la sala de oratoria, las aulas de la escuela vecina y en la iglesia de la ciudadela El Paraíso”, señala Patricia Leones de Molina, quien vive en Miraflores desde hace 18 años. “Es algo maravilloso, sobre todo para los moradores originales de la ciudadela, que ya son bastante mayores”.

“Qué es lo que no hicimos para ayudar a construir la obra, diversas actividades, incluso vendimos películas”, señala María Elena Echeverría de Añazco, quien es catequista.

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“Este sábado 28 de febrero, a las 11:00, el arzobispo de Guayaquil, Antonio Arregui, consagrará la iglesia de San Judas Tadeo”, señala el párroco Pedro Pablo Múnera, quien además es el superior de la comunidad Eudista.

“Es una celebración litúrgica que consiste en que debido a que la iglesia es nueva porque tuvo que construirse toda, se la debe consagrar al culto católico y eso lo hace el arzobispo porque es la cabeza de la diócesis. Es una ceremonia supremamente bonita y por eso invito a que la gente venga, la vea y la disfrute. Sería lindo que vivan esta experiencia”, indica el sacerdote.

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El padre Múnera recalca la importancia del templo para la comunidad: “Tiene las funciones de una casa, es decir, es la casa donde la comunidad se reúne con el objetivo muy claro de vivir, de celebrar la fe y, fundamentalmente, la liturgia”, al resaltar el papel que tuvo la comunidad de Miraflores y la ayuda del Municipio de Guayaquil.

“Es muy importante para la arquidiócesis de Guayaquil porque esta iglesia está dedicada a san Judas Tadeo, que es el santo de las causas difíciles y se dice hasta imposibles, por lo que tiene bastantes devotos. La gente viene por el deseo de ver resueltas muchas situaciones complejas de la vida”.

También resalta el papel del anterior párroco, el padre Charly García, quien se encuentra ahora en Barranquilla, Colombia. “Él tuvo esa iniciativa, movió a la comunidad, compró parte del terreno hace unos tres años y trabajó allí entregándose completamente. Después vine yo a sucederlo y para mí es una satisfacción concluir una obra que ha sido regentada por la congregación de Jesús y María.

Afirma que el padre Charly puso un termómetro en la iglesia y fijó una cifra de 80 mil dólares para comprar el terreno. “Él dijo necesito tanto dinero y la gente comenzó a aportar hasta que consiguieron esa cifra”.

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En el edificio adjunto a la iglesia, que se construyó en su mayoría con las aportaciones de la comunidad, reciben la catequesis dominical los niños que se preparan para la primera comunión y la confirmación. Además se ha puesto a funcionar una escuela de formación para laicos, la San Juan Eudes, en la que se preparan durante cuatro años.

"En abril empezaremos el segundo año con clases los miércoles y jueves en la noche. Tenemos un grupo significativo de aproximadamente 80 laicos que ya vienen trabajando y con los cuales ya terminamos el primer año de instrucción".

Esta escuela es de formación teológica, pastoral y espiritual, y tiene como propósito que la gente conozca su fe, sepa qué es lo que cree y cómo es que lo cree, y para que la sepa profesar de una manera mucho más consistente y responsable , porque a veces las personas son cristianas o son católicas pero no entienden la profundidad de por qué lo son. (I)

Detalles y costo de la obra
Capacidad La nueva iglesia tiene capacidad para 250 feligreses en una nave ampliada que no tiene columnas. Otras 100 caben en el coro, indicó el Ing. Ramiro Velasteguí, coordinador de la obra por Malecón 2000.

Detalles Tiene una sala para madres con niños y personas mayores. Una cruz se colocará en la esquina de la av. Miraflores y Séptima. El costo de la obra fue de $ 361.481.

años debió esperar la comunidad de Miraflores por la nueva iglesia.