El Vaticano decidió no inculpar el sacerdote chileno Gerardo Joannon, pese a que una investigación eclesiástica lo involucró en supuestas adopciones irregulares ocurridas en la década de los ochenta, caso por el que un juez le impidió salir del país.

La Congregación de los Sagrados Corazones, a la que pertenece Joannon, decidió enviar en agosto pasado al Vaticano los documentos de la investigación por el caso de las adopciones.

La Provincial de los Sagrados Corazones, había determinado que los delitos cometidos por Joannon habían prescrito.

Publicidad

"La Congregación para los institutos de Vida Consagrada y sociedades de vida apostólica (CIVCSVA) señala que luego de haber examinado la documentación, estima que las faltas cometidas no configuran delito canónico imputable al padre Gerardo Joannon", indicó un comunicado difundido el domingo por la página electrónica de la Conferencia Episcopal de Chile.

"A partir de ahora, las decisiones relacionadas a la situación del padre Gerardo Joannon quedan en el ámbito de la obediencia religiosa ordinaria al interior de la provincia chilena", agregó la nota.

El caso fue destapado en abril de 2014 mediante una investigación periodística que reveló casos documentados con testimonios en los que dos recién nacidos fueron dados en adopción, engañando a sus padres biológicos, muy jóvenes y de familias acomodadas, a quienes se les habría dicho que sus hijos murieron en el parto.

Publicidad

Además de su participación en las adopciones, la investigación eclesiástica determinó que Joannon tuvo una relación 'impropia' con una de las madres de los bebés, por lo cual se le ordenó que pidiera perdón a los afectados y que se trasladara a la comunidad provincial de Madrid.

Sin embargo, un juez chileno determinó el arraigo de Joannon, prohibiéndole la salida del país durante la investigación judicial de los hechos.

Publicidad

Al menos dos demandas han sido presentadas ante la justicia por padres cuyos hijos fueron dados en adopción. (I)