(Actualizado a las 14:00)

Esta mañana se abrió una nueva ruta de acceso al aeropuerto Mariscal Sucre, en Tababela, ubicado al nororiente de Quito, con lo que se espera que los tiempos de llegada a la terminal aérea disminuyan considerablemente. En julio pasado fue inaugurada la ruta Collas, que une a siete zonas del sector norte de Quito de forma directa con la terminal aérea.

Se trata de la segunda fase de la Ruta Viva, que une a la av. Simón Bolívar con Puembo en 12,9 km, sin atravesar el antiguo puente del río Chiche, en donde se generaba un cuello de botella que dificultaba el tránsito en hasta 40 minutos en momentos de alta circulación vehicular.

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En su lugar se construyó un nuevo puente sobre este mismo río, pero con una longitud de 314 m, dos calzadas con una separación de 2,35 m. Cada calzada tiene tres carriles de circulación por sentido, con una dimensión de 3,65 m por carril.

En el acto de apertura estuvieron presentes los exalcaldes de la ciudad Paco Moncayo, Andrés Vallejo, Álvaro Pérez y Augusto Barrera. Además la ministra de Obras Públicas, Paola Carvajal, en representación del presidente Rafael Correa, entre otras autoridades quien agradeció al actual alcalde Mauricio Rodas por dar seguimiento y concluir una obra que se inició por su antecesor.

Rodas en su dicurso explicó que cuando asumió la alcaldía, en mayo pasado, recibió esta obra con avance de apenas el 24%, conseguido en 16 meses, y que en los siete meses que lleva de gestión se completó el 98%.

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“Hemos agilitado los trabajos pese a encontrar varias dificultades. Fue necesario realizar rediseños de la obra por estudios incompletos, se incluyó ciclovías, se cambió las tuberías de acero corrugado por las de hormigón y debimos superar retrasos en el proceso de expropiaciones”, dijo el alcalde.

Su discurso se dio en medio de los gritos de un grupo de seguidores del exalcalde Barrera, quienes reclamaban que la obra era de la administración anterior y de la Revolución Ciudadana.

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Pero Rodas les respondió: “Ninguna obra y esta tampoco es propiedad de ninguna administración ni de ningún alcalde, es propiedad de los quiteños, fue realizada con manos quiteñas, fue financiada y lograda gracias al entusiasmos y convicción de los quiteños”.

Se espera que por la Ruta Viva circulen unos 50.000 vehículos por día aliviando en un 50 % la carga que soporta la vía Interoceánica, que es el principal enlace entre Quito y los valles.

El ex alcalde Paco Moncayo, destacó la invitación a varios alcaldes de la ciudad para inaugurar esta obra como un gesto de la actual administración municipal para cambiar la forma de hacer política en el país.

Hermel Flores, presidente de la Cámara de la Construcción de Quito, destacó que si antes se hacía hasta una hora y media a Tababela, con esta autopista se reduciría a 45 minutos dependiendo de la hora. “Pero también tiene un impacto en el aspecto económico y social de los pobladores de las zonas”, dijo.

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Según cálculos del Municipio de Quito, unos 200 mil habitantes de las parroquias rurales de Tumbaco serían beneficiados no solo en la facilidad para movilizarse, sino también en nuevas oportunidades comerciales relacionadas con el turismo, el comercio y otros servicios.

Flores, sin embargo, sugiere que el Municipio establezca un reglamento claro y controles para evitar que en la vía proliferen comercios que se conviertan en obstáculos, sobre todo porque esta fue pensada para descongestionar el flujo a los valles y al aeropuerto. (I)