La joven activista paquistaní Malala Yousafzai recogió este miércoles el premio Nobel de la Paz en Oslo y lo dedicó a los "niños olvidados que quieren educación"..

"Es para esos niños asustados que quieren paz. Es para esos niños sin voz que quieren cambio", afirmó Malala, de 17 años, que fue premiada junto al activista indio Kailash Satyarthi, de 60, por su lucha por los derechos de la infancia.

"Estoy casi segura de que soy la primera galardonada con el Nobel de la Paz que todavía se pelea con sus hermanos pequeños", bromeó la activista paquistaní, la persona más joven en recibir este premio.

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Hace dos años Malala sobrevivió a un intento de asesinato talibán en represalia por su lucha por la educación de las niñas y fue trasladada a un hospital de Reino Unido, donde se recuperó.

Tras la amenazas recibidas por defender el derecho a la educación, Malala se dio cuenta de que tenía dos opciones.

"Una era quedarme callada y esperar a que me mataran. Y la otra era hablar más alto y que me matasen. Escogí la segunda. Decidí hablar más alto", dijo la joven paquistaní durante la ceremonia celebrada en la capital noruega, a la que asistió junto a cinco amigas, dos de ellas también sobrevivientes del ataque talibán.

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"También ellas sufrieron un trauma terrible. Este premio me da la fortaleza para seguir con esta lucha, hasta que cada niño pueda ir a la escuela", enfatizó.

"Por qué es tan sencillo repartir armas, pero tan difícil repartir libros", se preguntó.

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Según Malala, la gente la describe de diversas formas. Algunos, "como a la chica que fue atacada por los talibanes, otros como premio Nobel de la paz.

"Hasta donde yo sé, soy simplemente una persona comprometida y terca, que quiere que todos los niños tengan una buena educación escolar, la igualdad de derechos para las mujeres y la paz en todos los confines del mundo", señalo.

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Malala y Satyarthi recibirán un premio de ocho millones de coronas suecas (860.000 euros/1,1 millones de dólares). La activista paquistaní entregará el dinero a la "Fundación Malala", que apoya la educación de las niñas en Pakistán.

El indio dejó una carrera como ingeniero eléctrico para luchar contra el trabajo infantil. En Oslo dijo que la educación es clave para romper con el "círculo vicioso" del trabajo infantil y la pobreza.

"No hay mayor violencia que robarle los sueños a los niños", dijo Satyarthi, quien habla de Malala como su "hija".

Para Satyarti, los consumidores en Occidente y otras partes del mundo deberían darse cuenta de que está en su "poder" garantizar que los bienes que compran cumplen con estándares éticos y medioambientales.

Satyarthi y Yousafzai son exactamente las personas que el creador del premio Alfred Nobel hubiese llamado "campeones de la paz", dijo el presidente del comité Nobel, Thorbjørn Jagland. De manera consciente se premió este año a un hombre mayor y a una joven, a un indio y a una paquistaní, a un hindú y a una musulmana, dijo el noruego, quien destacó la "valentía indescriptible" de Yousafzai.

La ceremonia fue interrumpida por un hombre que irrumpió en la sala con una bandera que medios noruegos identificaron como mexicana.

De inmediato, fue detenido por las fuerzas de seguridad.

Pocas horas antes de la ceremonia, Malala se presentó ante cientos de niños y jóvenes que la esperaban con pancartas con corazones y música en la plaza del Ayuntamenito.

"¿Estás nerviosa de hablar ante tanta gente?", preguntó uno de los niños a Malala.

"Me quedaría todo el día con ustedes. Ustedes me dan tanta energía, más que Red Bull", dijo sonriente la premio Nobel de la Paz.  (I)