Ambos dicen no haber decidido aún si entrarán oficialmente a competir en las elecciones presidenciales de EE.UU. en el 2016, pero sus recientes visitas a México, de manera coincidente en la misma semana aunque con agendas separadas, son interpretadas por varios analistas como los primeros pasos para sondear el voto hispano con miras a las votaciones, primero, legislativas de noviembre próximo y en las generales que serán en dos años.














