El periodista free lance estadounidense James Foley, de 40 años, luchó por contarle al mundo las historias de civiles atrapados en el caos de la guerra. En noviembre del 2012 fue secuestrado en Siria y mantenido en cautiverio por militantes yihadistas, que el martes pasado difundieron en un video su cruel muerte, degollado.

Era su segundo secuestro. En abril del 2011 fue secuestrado junto a otros dos periodistas en Brega por seguidores del gobernante de facto libio Muamar Gadafi, y mantenido en cautiverio durante un mes. Pero eso no le impidió regresar a Libia, para cubrir el fin del régimen.

En este tiempo difícil, Foley confesó que halló fuerzas en la fe, orando como su madre y abuela católicas le enseñaron.

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“La oración condujo a mi liberación. Primero a mi libertad interior, y más tarde al milagro de ser liberado durante una guerra en la que el régimen no tenía ningún incentivo real para liberarnos”, escribió Foley a la Universidad de Marquette.

Foley explicó a sus estudiantes de la facultad de Periodismo de Medill, tras su retorno, que en situaciones de riesgo hay que prestar atención a las alertas, “tu vida es más valiosa”.

Pero cuando los estudiantes le preguntaron por qué había elegido trabajar en esas zonas, él afirmó: “Existe una increíble humanidad en esos lugares”.

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El coordinador de video para Medio Oriente de AFP, Djilali Belaid, refirió que para Foley “no había víctimas anónimas, convirtió en un principio la búsqueda de sus nombres y de información sobre sus vidas”.

Foley trabajó además para el GlobalPost, la televisión pública estadounidense PBS y mantenía un blog personal titulado “Un Mundo de problemas”. Hizo coberturas en Afganistán e Irak. Se graduó en Historia en la Universidad de Marquette y en Periodismo en la Universidad Northwestern, en el 2008.

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El periodista francés Didier Francois, que estuvo secuestrado junto con Foley, se refirió a él como un hombre valiente y dijo que por ser hermano de un militar fue blanco de todo tipo de castigo e inclusive pagaba por lo que hacían otros prisioneros. Otro reportero francés secuestrado, Nicolás Henin, señaló que Foley era compasivo, compartía su pan y su manta.

“Nunca estuvimos más orgullosos de nuestro hijo Jim. Dio su vida para intentar mostrarle al mundo el sufrimiento del pueblo sirio”, dijo su madre, Diane, en Facebook.

Ayer el embajador británico en Estados Unidos, Peter Westmacott, informó que la policía y las agencias del espionaje de su país están cerca de identificar al miliciano de acento inglés que aparece en el video del asesinato del periodista Foley.

Diarios británicos informaron ayer que los investigadores buscaban entre varios yihadistas ingleses que se cree están en el área de Raqqa, en Siria.

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