El movimiento indígena cumplió ayer el último tramo de su caminata, desde el extremo sur de Quito hasta el parque de El Arbolito, situado a dos cuadras de la Asamblea Nacional. Llevaban doce días de periplo, que comenzó en El Pangui (Zamora Chinchipe).

Una multitud marchó por las calles quiteñas escoltadas por la Policía Nacional. Llevaba dos banderas gigantes: una multicolor y otra azul con la consigna “Somos agua”.

Desde el aire, un helicóptero policial también acompañó a los caminantes. El ministro del Interior, José Serrano, publicó una fotografía aérea de la marcha en su cuenta de Twitter y comentó: “2 banderas gigantes y 180 personas se movilizan hacia el centro d Quito, en cuanto al orden publico no hay novedades (sic)”.

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La protesta era en contra de la Ley de Recursos Hídricos, aprobada la semana pasada por el Legislativo y que se encuentra en manos del Ejecutivo por el derecho a veto del presidente Rafael Correa.

Una de las quejas de los indígenas es la creación de la Autoridad Única del Agua y la subordinación de las juntas comunitarias a esta nueva entidad. “Nosotros planteamos un consejo plurinacional donde nos incluyamos todos, los del campo y los de la ciudad, pero no lo permitieron”, señaló el prefecto de Zamora Chinchipe, Salvador Quishpe.

Al recorrido se sumaron otros movimientos, como la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), la Unión Nacional de Educadores (UNE), la Unión General de Trabajadores (UGTE) y la Confederación de Comerciantes Minoristas y Trabajadores Autónomos (Cucomitae).

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Así, otros temas se incorporaron a la protesta, como el plan de suprimir el subsidio al gas a cambio de cocinas eléctricas, la eliminación del libre ingreso a las universidades y la negativa a realizar una consulta popular para la próxima reforma constitucional, entre otros.

Al llegar al parque, otros 500 manifestantes venidos del norte del país esperaban a los caminantes. Allí, los dirigentes declararon instalado el Parlamento de los Pueblos, que tratará los principales temas de controversia con el Gobierno y preparará un mandato.

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En su discurso, el presidente de la Ecuarunari, Carlos Pérez Guartambel, llamó a la desobediencia civil para no cumplir con la Ley de Recursos Hídricos y adelantó que el parlamento trabajará por comisiones, las que hasta el cierre de esta edición no se instalaban.

“Nos podemos quedar aquí una semana o irnos hoy mismo en la noche. Todo depende de nuestras bases”.

750
kilómetros

Es la distancia aproximada que recorrió la caravana indígena, entre El Pangui (Zamora Chinchipe) y Quito.