Entre los niños contagiados con el virus del sarampión de “genotipo africano” que se detectó hace cerca de un mes en la comunidad Illahua Chico, de la parroquia rural Quisapincha, hay menores que no recibieron la dosis que en Ecuador se aplica contra la enfermedad común y otros sí.

Esto lleva a los padres de los afectados que sí recibieron la SRP o triple viral (sarampión, rubéola y paperas), a preguntarse de la efectividad de las vacunas contra este nuevo genotipo africano que deja 10 casos confirmados, entre ellos 8 niños y 2 adultos de 24 y de 31 años, según autoridades de Salud.

En el área de Pediatría del Hospital Docente Ambato (HDA) hay unos 45 pacientes con la afección, la mayoría de las zonas rurales y unos cuantos del área rural adonde se propagó el virus, pese a la intensificación de la campaña de vacunación como parte del cerco epidemiológico implementado por las autoridades de Salud, por lo que la asambleísta Betty Carrillo analiza pedir la declaratoria de emergencia.

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En el HDA, Segundo Yachil señala que su hijo de 1 año todavía debe quedarse internado en Pediatría. Reconoce que no vacunó a su vástago porque consideró que no era necesario y porque en la comunidad le aseguraban que no hacía falta. “Ahora sé que (la inmunización) puede salvarle la vida”.

En cambio, Amparito Supe, cuya hija de 3 años está internada desde el lunes pasado en el HDA con síntomas de la enfermedad, dice que no sabe cómo se enfermó esta, pues asegura que hace un año recibió la dosis. Ambas residen en Huachi El Progreso, en el sur de la urbe.

Entre las 09:30 y las 11:30 de ayer ingresaron a Pediatría 5 infantes con sospecha de sarampión provenientes de Quisapincha. Pasadas las 13:00, luego de almorzar, dejaron el sector de aislamiento otros 6 acompañados de sus progenitores.

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Pedro Gualán, técnico de Salud Intercultural de la Dirección Provincial de Salud de Tungurahua, manifiesta que no es que la vacuna no tenga el efecto que se desea para evitar el sarampión africano.

Lo que sucede, explica, es que la mayoría de contagios son en infantes que no recibieron la dosis (SRP) cuando les tocaba.

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“Hay gente que esconde a sus niños y se resisten a que los vacunen porque tienen miedo les dé fiebre (reacción normal en el proceso de inmunización)”.

Por su parte, el gobernador de Tungurahua, Alexis Sánchez, indica que las características del virus son especiales al haber sido traída por turistas extranjeros y que por esa razón no se puede saber qué tan efectivas sean las vacunas.

Gualán asegura que en algunos planteles educativos las autoridades ni siquiera piden a los representantes los carnés como requisito para que matriculen a los alumnos, que por eso no se sabe si tienen o no todas las dosis, incluida la que es contra el sarampión común.

Según Gualán, hay madres que no entregan los carnés de vacunación a los funcionarios de las guarderías del Ministerio de Inclusión Económica y Social en donde dejan a sus hijos, por lo que se desconoce si los niños están o no vacunados. “Eso vamos a coordinar para mejorarlo”, acota.

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Por su parte, el médico Augusto Pazán señala que no basta la vacunación para evitar una enfermedad y anota que lo más importante es desintoxicar el cuerpo para que esté menos expuesto a sufrir patologías infecto contagiosas por virus o bacterias, para lo cual recomienda el hábito de comer sano, variado y equilibrado, por lo que recomienda consumir frutas, verduras y granos, y evitar la comida “chatarra”.