Con nervios tomó un marcador. Era la prueba de Jéssica Ruiz Franco, de 25 años, haciendo uso de las prótesis que reemplazan a los brazos que le fueron cercenados en un ataque brutal de su exconviviente. Letra por letra escribió su segundo nombre: Alexandra. Mientras lo hacía su rostro iba dibujando, poco a poco, una sonrisa.

El ejercicio siguió con los nombres de sus hijos, de 4 y 7 años. Jéssica sonrió y el brillo de sus ojos era evidente.

Jéssica Ruiz escribiendo el nombre de sus hijos (foto: Martín Herrera, EL UNIVERSO)

Luego de seis meses, Jéssica, nativa del recinto Piñal de Arriba (Santa Lucía), recibió los aparatos. El 8 de diciembre fue atacada por Andrés Alexis F. F., alias Guanchaca, quien está enjuiciado y permanece recluido en el Centro Regional de Rehabilitación Social de Guayaquil.

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En el Departamento de Órtesis y Prótesis del hospital Abel Gilbert Pontón, por cinco minutos, Jéssica prosiguió ejercitándose con las extremidades postizas, y de ahí expresó: “Me siento bien y a la vez nerviosa, pero ahora lo más importante es que voy a poder trabajar y velar por mis hijos”.

Jéssica Ruiz con sus nuevas prótesis (foto: Martín Herrera, EL UNIVERSO)

Su hermana Nancy Ruiz, quien casi se volvió inseparable de ella al brindarle alimentación y ayudarla en las demás necesidades, lloraba de alegría. “Me da mucha emoción ver que mi hermana está recibiendo sus manos (...). Fue duro verla durante seis meses sin ellas, pero siempre tuvo nuestro apoyo”, expresó llorando Nancy.

Jéssica Ruiz (d) abrazando a su hermana (foto: Martín Herrera, EL UNIVERSO)

Jéssica anticipó que una vez que domine las prótesis preparará los platos preferidos de sus hijos, arroz con puré de papa y carne apanada, y arroz con menestra y carne frita.

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Para perfeccionar el manejo de los aparatos, Jéssica deberá acudir a terapias en el mismo hospital ubicado en el suburbio guayaquileño.

Trabajar es una prioridad para Jéssica, pero también se ha propuesto formar parte de una institución y convertirse en ejemplo de lucha para mujeres que han sido víctimas de la violencia intrafamiliar. Ella espera que ante Dios su expareja se arrepienta de lo que hizo.

Quiero que (las mujeres) vean en mí un ejemplo de superación y motivación para salir adelante, pese a los obstáculos (...). Siempre tenemos que apoyarnos en Dios y en los hijos".Jéssica Ruiz Atacada por expareja