El excontratista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense Edward Snowden, actualmente refugiado en Rusia, afirmó haber hecho un pedido formal de asilo a Brasil, en una entrevista a la TV brasileña Globo divulgada el pasado domingo.

"Mi asilo aquí (en Rusia) vence a comienzo de agosto. Si Brasil ofrece (asilo) estaría feliz de aceptarlo. (...) Adoraría vivir en Brasil", dijo Snowden, quien ya había expresado esa intención meses atrás en una carta abierta a los brasileños.

"Cuando estaba en el aeropuerto (en Moscú y su pasaporte estadounidense fue cancelado, diez meses atrás) mandé un pedido a varios países. Brasil fue uno de ellos. Un pedido formal", dijo Snowden.

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La cancillería brasileña no reconoció ese pedido como una formalización. A ello Snowden dijo considerar que "para mí es novedad. Tal vez sea un procedimiento que ellos piensen que no fue seguido", dijo.

También reiteró que "no ofrecería documentos a ningún país a cambio de asilo", ya que el "asilo debe ser dado por razones humanitarias".

Snowden informó que cuando su pasaporte fue cancelado, se dirigía a Ecuador.

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"Nunca elegí ir a Rusia, estaba en camino a América Latina, a Ecuador, pero Estados Unidos canceló mi pasaporte, no pude viajar más".

En la entrevista Snowden estaba al lado del periodista estadounidense radicado en Brasil Glenn Greenwald, que divulgó buena parte de los documentos filtrados por este. En la entrevista, Greenwald dijo que existen "más documentos" sobre espionaje de Estados Unidos "a Brasil, Inglaterra y otros países".

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Snowden repitió que era un empleado de alto nivel en el espionaje estadounidense, contradiciendo a Washington.

El excontratista, que ha sido acusado en Estados Unidos de espionaje, obtuvo asilo en Rusia en agosto de 2013, luego de convulsionar el sistema de inteligencia estadounidense con filtraciones sobre sus programas de espionaje alrededor del mundo.

En Brasil se divulgó que Washington había espiado incluso las comunicaciones de la presidenta, Dilma Rouseff, y de la petrolera Petrobras, lo que llevó a la mandataria a denunciar esas prácticas ante la ONU y cancelar una visita de Estado a EEUU en octubre.

Una campaña en internet para que Brasil conceda asilo a Snowden logró más de 1 millón de adhesiones. El gobierno dijo que no respondería a ese pedido porque Snowden no lo ha requerido formalmente.

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