Soy uno con el Cristo de mi ser.

Despertar de nuevo
El Viernes Santo es el día en el cual Jesús fue crucificado y puesto en la tumba. Simboliza el proceso de transformación antes de la resurrección. Podemos verlo como un tiempo para descansar en Dios y entrar en un estado de conciencia más elevado a medida que dejamos ir lo que ya no beneficia a nuestro espíritu.

Hoy me preparo para mi transformación retirándome del mundo y entrando en el silencio. En este espacio sagrado, dejo ir toda inquietud o temor. Suelto cualquier sentimiento de duda o insuficiencia, todo lo que me haga sentir separado de Dios, y despierto a mi naturaleza espiritual. Soy uno con la luz y la vida del Cristo morador.

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Juan 19:41
“En el lugar donde fue crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no se había puesto a nadie”.