Este 13 de marzo se cumple el primer aniversario de que el humilde cura argentino Jorge Mario Bergoglio se convirtiera en el Papa Francisco, al suceder tras su renuncia al Papa Emérito Benedicto XVI como pontífice de la iglesia católica en el mundo.

Aún no es posible saber si es cierto lo que algunos medios aseguran, que el papa Francisco sale por las noches vestido de común sacerdote para estar con los más pobres y hacer escapadas a "la periferia" de Roma. Esta es una muestra de la normalidad con la que vivía en Buenos Aires y que ha llevado hasta Ciudad del Vaticano.

El arzobispo emérito de Sao Paulo, el cardenal Claudio Hummes ha contado recientemente en un documental para la RAI cómo en la llamada "Habitación de las lágrimas", donde se dice lloran mientras se visten los papas recién elegidos, se empezaron a ver las primeras señales de Francisco cuando no quiso ponerse la "muceta roja" de los papas, la cruz de oro o los zapatos rojos que tenían ya preparados para salir al balcón de la Logia central de la basílica de San Pedro.

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"Salió de la capilla así, con sencillez, con sus zapatos negros con los que había llegado de Buenos Aires. No se sentó en el trono que tenía preparado y se quedó de pie para abrazar uno a uno a todos los cardenales con una espontaneidad maravillosa", recordó Hummes.

Aún usa sus zapatos negros y por entre la sotana blanca se transparentan sus pantalones oscuros, "porque se niega a portar los blancos", dijo un alto cargo de la Curia.

La espontaneidad de Francisco, que trae de cabeza a los agentes de seguridad, quienes le recriminan que es indisciplinado, fue reconocida por él mismo el día en que recibió en audiencia a las selecciones italiana y argentina, cuando espetó: "¿Pero no se dan cuenta de qué pueblo vengo?".

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1. En sus primeras semanas como Pontífice, el portero de la sede en Roma de la Compañía de Jesús, a la que pertenece Francisco, fue el primero que escuchó su voz al otro lado del teléfono, preguntando si le podía poner en contacto con el superior general de la orden para agradecerle la carta que le había enviado el día anterior. "Buenos días, soy el papa Francisco, quisiera hablar con el Padre General", dijo el argentino, a lo que el portero, según desvelaron más tarde los propios jesuitas, estuvo a punto de responderle: "¡y yo soy Napoleón!".

2. En España, las Carmelitas de Lucena (Córdoba), por encontrarse rezando, casi pierden la llamada de Bergoglio para desearles una buena salida del año 2013. "¿Qué andarán haciendo las monjas que no pueden atender?", fue el mensaje que dejó en el contestador el papa, con quien sí pudieron hablar unas horas más tarde, según confirmó la madre superiora.

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3. Desde entonces también han recibido su llamada el quiosquero de Buenos Aires, Nicolás Schandor, a quien le pidió que no le guardase más el periódico porque se había mudado a Roma, o un joven italiano de 19 años que le envió una carta a través de un cardenal.

4. El Papa Francisco sorprendió por teléfono a una monja a mitad de la clase que dictaba en el aula de quinto de primaria. El 18 de noviembre sonó el teléfono de sor Teresa y al otro lado de la línea se escuchó: “¡Soy el Papa, el Papa Bergoglio!”. “¡El Papa, el Papa me está llamando por teléfono!”, exclamó ante todos sus alumnos. Francisco llamaba a agradecer el envío de unas fotografías de niños que murieron en Tierra de los Fuegos, Italia, víctimas de cáncer por contaminación causada por los residuos tóxicos que la mafia.

5. Francisco ni siquiera se ha resistido a las nuevas modas fotográficas, y buena prueba de ello es el autorretrato que se sacó el pasado agosto junto a un grupo de jóvenes peregrinos italianos que visitaban la basílica de San Pedro. La imagen original, obtenida con un teléfono móvil, fue difundida por Twitter a través del periodista italiano Fabio M. Rogona, quien se la pidió prestada a su propietario. Acto seguido, la instantánea comenzó a circular como la pólvora por la red social, generando todo un fenómeno viral.

6. La sencillez de Francisco ha motivado a los católicos a saludarlo y acercarse de forma muy natural. Una mamá italiana llevó a su bebé de 19 meses de edad Daniele De Sanctis, a la audiencia general papal, vestido con la misma indumentaria del pontífice e incluso una diminuta cruz pectoral. El niño lloró cuando el Papa cargó a su propio Mini-me.

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7. En otra audiencia, el Papa divisa entre la multitud de fieles congregados en la plaza a un sacerdote argentino y lo invita a subir al papamóvil en el tradicional recorrido. “Pasaba por Roma para encontrar al Papa, pero fue el Papa quien me encontró a mí”, dijo Fabián Báez desempeña su labor en la parroquia Nuestra Señora del Pilar del barrio de Recoleta, en Buenos Aires.

8. El papa Francisco confesó que tomó la cruz del rosario de su fallecido confesor cuando yacía en su ataúd y la lleva hasta hoy en una bolsita bajo su sotana, esperando tener la mitad de la misericordia que el sacerdote. Dijo que "vi el rosario que tenía en sus manos e inmediatamente salió el ladrón que todos llevamos dentro y mientras arreglaba las flores, tomé la cruz".

9. La famosa marca fabricante de motos Harley-Davidson le regaló uno de sus vehículos al papa, quien lo donó, pero antes de la subasta firmó la moto y una chamarra de cuero, que se vendieron por un total de $353 mil. El dinero recaudado con la venta permite al albergue Cáritas Roma continuar dando comidas y alojamiento a más de mil personas necesitadas cada día.

10. Del dinero obtenido en la subasta de la Harley, Francisco pidió un cheque de 200 euros que envió a una anciana de 80 años, quien le informó en una carta que le habían robado su cartera con 54 euros que había pedido prestado. El robo se produjo cuando la mujer se dirigía al Hospital Dell'Angelo para visitar a su esposo gravemente enfermo.