Con ayuda de palas, picos y machetes, unas veinte personas se internaron ayer en los basureros y en la maleza crecida a un costado de las vías del cantón General Villamil, Playas, en la provincia del Guayas. El objetivo: encontrar el cuerpo de la candidata a concejala por el Partido Social Cristiano-Madera de Guerrero Lissete Avilés Erazo, de 24 años.

La joven aspirante está desaparecida desde el pasado sábado y sus familiares, amigos y compañeros de la agrupación política no han dejado de buscarla. Todos se reúnen las mañanas y tardes afuera de la casa de Lissete, ubicada en el barrio Jardines de Villamil, y en tres camionetas acuden a diferentes sitios a buscarla.

“Yo me uní a la búsqueda hoy (ayer). Esperamos encontrar a la vecina porque ella no se metía con nadie”, indicó Édison Bonilla, uno de los que se internaron en la maleza de la vía a la parroquia El Morro.

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Mientras Bonilla y sus compañeros recorrían esa vía, en el barrio Narcisa de Jesús, Maritza Erazo Cedeño trataba de encontrar alguna pista del paradero de su hija. Minutos antes se había entrevistado con los familiares de Ángel V. A., exconviviente de la desaparecida, con quien tiene dos hijos, de 9 y 2 años. La pareja estaba separada desde diciembre pasado.

Erazo acusa a Ángel de ser el responsable de la desaparición de Lissete. La madre dijo que el pasado 25 de enero, su hija acudió a la casa de la expareja para recoger ropa de los hijos y desde entonces no supo de ella.

La mujer está convencida de que Ángel mató a Lissete, pues, asegura, la prueba de luminol realizada por la Unidad de Criminalística de la Policía, el pasado miércoles en dicha vivienda, reveló manchas de sangre en paredes, piso y baño.

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“Criminalística encontró ropa quemada y enterrada, e incluso la prueba de luminol reveló que en la casa hubo sangre y cabello”, expresó Erazo, quien añadió que su hija había sufrido dos intentos de asesinato, el ultimo el 23 de diciembre.

Olga Criollo, vecina de Lissete, contó que la mañana del 25 de enero no escuchó ni vio nada extraño en la casa de su vecina. “En la noche el vecino (Ángel) salió a jugar con los hijos y no daba a notar nada extraño”.

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Mónica A. manifestó que su sobrino Ángel también está desaparecido desde el pasado lunes y asegura que no es responsable de lo que se lo acusa. “Él no es violento”, dijo.

A él (Ángel V. A.) se lo veía como una buena persona, pero siempre maltrató a mi hija. Ella nunca nos hacía saber lo que pasaba”.Rubén Avilés, padre de candidata