Pese a que los abogados de los hinchas de Barcelona Sporting Club, que están detenidos en el Centro de Detención Provisional (CDP) de Pichincha por presuntamente protagonizar incidentes en un partido de fútbol, anunciaron su liberación el martes pasado, esta no se ha concretado.

A inicios de esta semana el juez Décimo Noveno de Garantías Penales, Édgar Fraga, resolvió sustituir para 27 seguidores del equipo la prisión preventiva por medidas alternativas como la prohibición de salida del país y la presentación semanal ante el juzgado.

Sin embargo, hasta esta tarde las boletas de excarcelamiento no llegaron al casillero judicial 1080 del CDP, por lo que los jóvenes, acusados de agredir a la Policía y causar daños a la propiedad pública y privada, siguen detenidos en medio del reclamo de sus familiares, algunos que llegaron desde Guayaquil.

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El abogado Galo Llerena denunció que las boletas estaban desaparecidas. “Nos dicen que no hay (las boletas) pese a que el juzgado asegura que las mandó para ser entregadas en el casillero. Nadie sabe que ha pasado con esos documentos”, señaló.

Hasta el CDP también llegó la viceministra de Rehabilitación Social, Mireya Cárdenas, quien se comprometió con los familiares de los hinchas a liberarlos en cuanto lleguen las boletas.

La funcionaria deslindó responsabilidades del Ministerio de Justicia respecto al retraso de la llegada de los documentos y calificó como presunciones las denuncias de los defensores en el sentido de que las boletas estaban extraviadas, por lo que les pidió hablar con documentos y pruebas sobre el tema.

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Iván Durazno, quien lleva la defensa de 15 de los 27 beneficiados por la sustitución de la prisión preventiva, señaló en cambio que ante esta demora ha pedido nuevas acciones como hábeas corpus (que antes ya fueron negados), amparos de libertad y una queja ante el director del CDP.

“Entiendo que el juez Fraga está este momento destituido y han puesto una nueva jueza”, señaló Durazno.

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Los incidentes se registraron el 29 de agosto pasado en los exteriores del estadio del Independiente José Terán en Sangolquí, al occidente de Quito. La policía detuvo en total a 38 personas que habrían cometido actos vandálicos, incluso destruyendo motocicletas de los uniformados.