Los sobrevivientes de un naufragio que mató a más de 100 inmigrantes africanos se aferraron a botellas de agua vacías para evitar ahogarse y estaban empapados de gasolina, dijo el viernes un pescador italiano.

El residente de Lampedusa Vito Fiorino dijo que fue el primero en cruzarse con decenas de inmigrantes esparcidos en el Mar Mediterráneo cuando acudió a pescar al despuntar el día. Algunos no tuvieron fuerza para agarrar el salvavidas que le fue arrojado y le dijeron que durante tres horas lucharon para mantenerse con vida.

"Parecía la escena de una película, algo que uno espera nunca ver", indicó a The Associated Press.

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Fiorino dijo que alertó a la Guardia Costera italiana y otras embarcaciones cuando se topó con los desesperados inmigrantes poco antes de las 7 de la mañana del jueves. Junto con sus amigos rescató a 47 personas en su embarcación de 10 metros de eslora.

Lampedusa, una diminuta isla situada a 113 kilómetros (70 millas) de Túnez y más cercana a la costa de África que a Italia, ha sido un punto de entrada de los inmigrantes irregulares.

El viernes, embarcaciones de la Guardia Costera italiana con buceadores partieron de Lampedusa en busca de más cadáveres, pero una mar picada dificultó sus labores.

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La magnitud de la tragedia de Lampedusa — con 111 cadáveres recuperados, 155 personas rescatadas y unas 250 desaparecidas, según las autoridades — desató una ola de dolor. Las autoridades italianas exigieron una política europea amplia sobre inmigración para atender a las decenas de miles de inmigrantes que huyen de la pobreza y la violencia en Africa y el Medio Oriente.

El papa Francisco dijo que el viernes era "un día de lágrimas" y denunció el "salvaje" sistema que obliga a las personas a dejar sus casas en busca de una vida mejor sin importarles si en el proceso mueren.

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La embarcación de 20 metros de eslora llevaba inmigrantes de Eritrea, Ghana y Somalia, según el servicio de guardacostas. Comenzó a hacer agua y luego se incendió cerca del puerto de Lampedusa, dijeron las autoridades. El fuego sembró el pánico entre los ocupantes de la embarcación, que se agolparon en un costado haciendo que volcara, y cientos de hombres, mujeres y niños, muchos de los cuales no sabían nadar, fueron arrojados al mar.

"Los inmigrantes nos dijeron que eran unos 500", indicó a los reporteros Verónica Lentini, funcionaria de la Organización Internacional para los Inmigrantes. "La embarcación volcó y cayeron al agua, pero muchos de ellos quedaron atrapados dentro del barco".