La residencia de un centro de educación secundaria del estado de Yobe, en el norte de Nigeria, fue blanco de un ataque la madrugada de ayer en el que murieron 40 estudiantes y otros cinco resultaron heridos mientras dormían.

Los centros de educación reabrieron hace apenas dos semanas cuando se produjo este atentado por hombres armados, supuestos miembros del grupo radical, que dispararon contra el Colegio de Agricultura de Gujba, ubicado a 50 kilómetros al sur de Damatru.

Desde el pasado 16 de mayo, el gobierno de Nigeria realiza una ofensiva antiterrorista en los estados de Yobe, Borno y Adamawa, en el noreste del país (todos ellos bajo estado de emergencia), tras un aumento de la actividad criminal en esa zona, donde opera el grupo Boko Haram (que significa la educación no islámica es pecado), aunque siguen los ataques de los integristas. Por ello, el estado dispuso el cierre de escuelas de esta zona tras un atentado contra otro centro educativo en Mamudo, donde murieron 29 estudiantes y un maestro.

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En tanto, la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, condenó los ataques terroristas de ayer y de los últimos días en Nigeria, que han costado la vida a decenas de personas, y rechazó su “violencia injustificable”.

“Los ataques de hoy (ayer) iban claramente dirigidos contra niños y estudiantes”, dijo en referencia a los atentados en el estado septentrional nigeriano de Borno. Boko Haram lucha por imponer Ley Islámica en Nigeria, de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiana en el sur.