Dos explosiones en la ciudad de Peshawar, en el noroeste de Pakistán, mataron a 33 personas e hirieron a otras 70 este domingo, una semana después de que bombas en una iglesia acabaron con la vida de decenas, dijo la policía y autoridades médicas.

La violencia islamista ha aumentado en los últimos meses en Pakistán, lo que ha minado los esfuerzos del primer ministro Nawaz Sharif por controlar la insurgencia mediante el inicio de conversaciones de paz con los talibanes.

Las detonaciones fuera de una estación de la policía remecieron un área conocida como Quiswakhani, o el bazar de los contadores de historias, lleno de compradores.

Publicidad

La policía dijo que creía que al menos una de las explosiones en la ciudad cercana a la frontera afgana había sido provocada por un coche bomba.

No hubo una reivindicación inmediata por el atentado y el portavoz talibán Shahidullah Shahid condenó el ataque.

Dos policías intentaron en vano contener a la multitud que se congregó fuera del hospital Lady Reading en Peshawar, donde fueron llevadas varias de las víctimas.

Publicidad

Dentro del hospital, las personas tropezaban con los heridos que yacían en los pasillos mientras buscaban a sus seres queridos. Entre los muertos figuraban nueve miembros de una familia.

Las explosiones tuvieron lugar tras un ataque de una facción talibán contra la iglesia anglicana de Peshawar el domingo pasado que mató a más de 80 personas, en el atentado más mortal contra cristianos en el Pakistán predominantemente musulmán.

Publicidad

Los talibanes han rechazado en reiteradas oportunidades la Constitución pakistaní y han llamado a la implementación completa de la ley islámica y a la guerra contra la India.