Decenas de hectáreas de bosques de Azuay, Chimborazo, El Oro y Esmeraldas, además de Cañar y Guayas, han sido afectadas por incendios que destruyen la flora y fauna nativas de esas zonas, con altas temperaturas y fuertes vientos.

En Guizhagüina, Zaruma, El Oro, un incendio consumió 80 ha de montaña. Personal de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) de El Oro y Loja, bomberos y FF.AA. apagaron el fuego el pasado lunes.

Son continuos los incendios forestales en zonas circundantes a la ciudad de Esmeraldas, entre estas Wínchele y las islas Prado y Luis Vargas Torres, donde el pasado lunes un siniestro afectó una hectárea.

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Bosques en los sectores Los Trigales y Los Eucaliptos, Azuay, en días pasados resultaron quemados. La semana pasada ocurrieron en las zonas La Raya del Girón con cinco hectáreas afectadas, Tinajillas (dos ha) y otras áreas en Cañar.

El martes pasado, un incendio se propagó en La Armenia, Chimborazo. Bomberos, personal de la Secretaría de Gestión de Riesgos y habitantes de Amolacheco combatieron el fuego. Al parecer, fuertes vientos y el calor intenso hicieron que las llamas se avivaran.

En el 2012, el Ministerio del Ambiente determinó que ese año el fuego afectó 21.570 hectáreas que cubren ecosistemas como el páramo (13.999 ha), bosque nativo andino (6.048 ha), bosque seco (253 ha) y otros (1.269 ha).

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Esperan lluvias en Carchi

La ausencia de lluvias y la caída de heladas por dos ocasiones en los últimos quince días afectan los cultivos en Carchi.

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En Chapués, La Palizada, El Carrizal, parroquia Urbina, Tulcán, las heladas destruyeron sembríos. En sectores de Tulcán siembran papa, maíz, verduras, hortalizas, haba, calabazas y alverja.

Franklin Peñafiel, agricultor de Chapués con 14 ha de hortalizas, dijo que usa el sistema de riego permanente porque las plantas solo pueden estar ocho días sin agua. Por la prolongada época seca se perdieron plantas que empezaban a crecer.

Productores de la zona indicaron que en el 2012 la época seca fue prolongada, no obstante, esperan que las lluvias lleguen en octubre o noviembre.

La falta de lluvias también afecta al pasto, alimento para el ganado, por lo que la producción de leche se redujo.

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