España baraja imponer una tasa para entrar y salir de Gibraltar, territorio británico situado al sur de la península ibérica con el que mantiene un creciente conflicto, aseguró el canciller español en declaraciones publicadas este domingo por la prensa.

Subiendo la tensión en un enfrentamiento en aumento, las autoridades de Gibraltar presentaron el pasado jueves una queja ante la Unión Europea sobre las largas colas provocadas por los controles de las autoridades españolas al paso por la verja que separa al territorio británico de suelo español.

Y el viernes, el gobierno de Londres convocó al embajador español para expresarle su malestar por unos retrasos que Gibraltar afirma son "deliberados" y España atribuye a la necesidad de evitar tráficos ilegales dado que el territorio no forma parte del espacio europeo Schengen de libre circulación.

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"Es nuestra obligación controlar a rajatabla el contrabando, el blanqueo de dinero y el tráfico ilícito. Nos lo exige nuestra pertenencia Europa", afirmó el canciller José Manuel García-Margallo en una entrevista al diario conservador ABC.

"Si por controlar como es debido en la Verja se producen retenciones y congestiones, bueno, quizás habrá que ir pensando, que nos lo estamos pensando, en crear una tasa de 50 euros para entrar y 50 euros más para salir", agregó.

Según el diario de izquierdas El País, esta medida de presión se incluye en un paquete preparado por el ejecutivo conservador de Mariano Rajoy "para 'apretar las tuercas' a Gibraltar ante lo que considera una política de 'hechos consumados'" por parte del territorio.

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El objetivo es "aplicar la legislación española y comunitaria en materia de lucha contra el contrabando, el fraude fiscal y la protección del medio ambiente", afirmaba García-Margallo citado por El País.

Gibraltar y Madrid están enfrentados desde hace años por el derecho a la pesca en las aguas en torno al territorio, cuya soberanía reclama España afirmando que éstas no estaban incluidas en el tratado de Utrecht por el que en 1713 cedió el Peñón a Gran Bretaña.

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El último episodio en este conflicto ocurrió cuando Gibraltar arrojó recientemente al mar decenas de bloques de hormigón con pinchos de hierro. Su objetivo oficial es crear un arrecife artificial pero España denuncia que sirven para destruir los caladeros de pesca.

España había cerrado la frontera con Gibraltar en 1969, cortando todo enlace de comunicación y transporte, a raíz de tensiones con Gran Bretaña sobre la introducción del autogobierno en el territorio bajo una nueva Constitución. La frontera no fue totalmente reabierta hasta 1985.