El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, ordenó el sábado militarizar una prisión donde horas antes ocurrieron enfrentamientos entre pandillas que dejaron al menos tres pandilleros muertos y 12 heridos, entre ellos tres guardias.

La orden señaló que busca "terminar el reinado de la delincuencia en el sistema carcelario, que ha hecho mucho daño a nuestra sociedad".

El vocero de la policía, comisario Miguel Martínez, informó que pandilleros de "La 18" se enfrentaron a tiros con reos comunes en la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto, que alberga a 3.351 reos y está unos 15 kilómetros al norte de Tegucigalpa, la capital hondureña.

Publicidad

Fuentes policiales que pidieron no ser identificados dijeron que el enfrentamiento comenzó cuando un reo del módulo Casa Blanca, donde están los prisioneros comunes, apuntó desde su celda con un arma de fuego a un pandillero, que estaba en un recinto cercano. Eso provocó la reacción violenta de los mareros, que sacaron por lo menos dos fusiles AK y dispararon. Según el director de centros penitenciarios, José Simeón Flores, "los mareros usaron fusiles AK, según ellos para defenderse de otros prisioneros".

La policía detonó además dos granadas de fragmentación que encontró en la celda de los reos comunes.

Los enfrentamientos y la posterior reacción de reforzar con soldados la seguridad en la prisión ocurrió un día después que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) divulgó un informe en que el que advierte que las cárceles de Honduras están prácticamente bajo el control de los presos.

Publicidad

Los establecimientos penitenciarios del país están superpoblados, lo que genera constantes reyertas, fugas, motines, incendios y otros incidentes con desenlaces trágicos.

Un incendio en febrero del 2012 en la cárcel de Comayagua mató a 361 reos, en una de las más grandes tragedias carcelarias de toda Centroamérica.

Publicidad

Entre 2006 y 2012 se registraron 756 muertes de prisioneros en Honduras, de las cuales 641 fueron violentas. La población penitenciaria al 2013 es de 12.263 personas, pese a que las prisiones solo tienen capacidad para 8.120 internos.