El jefe de la misión de observación electoral Rafael Alburquerque, quien acompañó las elecciones generales del 17 de febrero en Ecuador, entregó esta mañana al Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) el informe sobre la evaluación del proceso electoral con 14 recomendaciones.

Alburquerque sugirió que se deben continuar con  los esfuerzos de fortalecimiento institucional y capacitación del personal; la
planificación de los procesos con mayor antelación, de manera que se cuente con tiempo suficiente para realizar pruebas y simulacros.

También desarrollar políticas de seguridad informática; culminar la capacitación de los miembros de las Juntas Receptoras de Votos (JRV) y Juntas Intermedias de Escrutinio (JIE) por lo menos una semana antes de la elección; y no separar los electores por sexo, sino por orden alfabético.

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La misión también recomendó entregar el padrón electoral a los partidos políticos para usar en campaña;  auditar el padrón y hacerlo accesible en los recintos de votación; considerar ciertas reformas que garantizarían de mejor manera la efectiva paridad de género en el proceso.

Agrega también "reducir los riesgos asociados al uso de recursos públicos con propósitos electorales, mediante una reglamentación para clarificar las acciones y comportamientos que vulneren la equidad en la competencia” y determinar un régimen de sanciones adecuado; realizar las pruebas necesarias a nivel nacional de los equipos de transmisión de datos; asegurar que los recintos de votación sean lo suficientemente espaciosos para el voto en el exterior; y contar con una mejor señalización de los centros de votación.

La vocal del CNE Roxana Silva, quien estuvo presente en Washington en la lectura del informe, dijo que algunas de esas recomendaciones “ya se tomaron en consideración para las elecciones del 2014”.

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El informe destaca también la alta participación de los ecuatorianos en la elección de febrero y que su asistencia a las urnas fue libre "y sin obstáculos". Además reconoce el voto "preferencial” para personas de la tercera edad, mujeres embarazadas, o personas con niños en brazos; y el proyecto piloto “voto en casa”, llevado a cabo en Ambato, donde funcionarios llevaron las papeletas a las casas de 18 personas con discapacidad para que pudieran ejercer el sufragio.