El Consejo Nacional de Justicia, órgano que vela por el funcionamiento de las entidades de justicia, determinó este martes que las notarías en Brasil deberán registrar los matrimonios entre personas del mismo sexo.

Con la determinación, los notarios no podrán negar los pedidos de parejas homosexuales para celebrar matrimonios o convertir sus uniones civiles en matrimonio, informó el Consejo en un comunicado.

La decisión da impulso a una de las reivindicaciones más importantes del movimiento homosexual en Brasil, que ha luchado por el reconocimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo.

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El Consejo votó el martes, por mayoría, a favor de una iniciativa del presidente de la entidad, el juez Joaquim Barbosa quien también preside el Supremo Tribunal Federal (la corte suprema) de impedir a los responsables de las notarías negar solicitudes de matrimonio entre personas del mismo sexo.

La determinación se basó en un fallo emitido en 2011 por el Supremo Tribunal Federal que avaló las uniones civiles entre homosexuales al considerar inconstitucional la distinción en el tratamiento legal de uniones homo y heterosexuales.

También consideró un fallo del Superior Tribunal de Justicia, máximo tribunal de apelaciones, que en 2011 consideró legal el matrimonio entre dos mujeres, lo que en la práctica significó el reconocimiento del matrimonio homosexual.

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El Congreso brasileño ha intentado legislar en la última década sobre la legalidad del matrimonio entre personas del mismo sexo pero no ha podido someter las iniciativas a votación por el rechazo de la poderosa bancada de legisladores evangélicos.

Una propuesta del diputado Jean Wyllys, primer legislador abiertamente homosexual en Brasil, busca reformar la constitución para suprimir un texto que reconoce el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer y sustituirlo por un texto que diga "unión entre dos personas".

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¿Tendencia en América Latina? 

Con esta decisión, Brasil se convierte en el tercer país latinoamericano donde es posible el matrimonio entre personas del mismo sexo y a diferencia de los otros dos, Argentina y Uruguay, la iniciativa partió de la Justicia y no del Parlamento.

 

A partir de la publicación de esta decisión del CNJ, adoptada por catorce votos contra uno, los registros civiles de Brasil estarán "obligados" a convertir la unión estable entre dos personas del mismo sexo, legal desde 2011 en el país, en un casamiento si así es solicitado y no podrán negarse a casar a parejas de homosexuales.

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El país pionero en reconocer legalmente el matrimonio homosexual en América Latina fue Argentina en 2010, aunque desde antes ya era legal en la capital del país, como lo es en la capital mexicana.

La presidenta argentina, Cristina Fernández, impulsó en 2010, un año antes de ser reelegida, un proyecto para dar a los homosexuales el derecho a casarse al que se enfrentó, entre otros, el ahora papa Francisco y entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio.

El cardenal Bergoglio bautizó como una "guerra de Dios" la campaña que la Iglesia desplegó sin éxito contra la ley de matrimonio homosexual en Argentina.

A Argentina le siguió Uruguay, con una ley de Matrimonio Igualitario que fue firmada por el presidente José Mujica y el ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, a comienzos de mayo y que entrará en vigor 90 días después, por lo que las primeras bodas entre parejas del mismo sexo serán en agosto.

La nueva norma señala que la institución del matrimonio "implicará la unión de dos contrayentes, cualquiera sea la identidad de género u orientación sexual de estos, en los mismos términos, con iguales efectos y formas de disolución que establece hasta el presente el Código Civil".

En Colombia un proyecto de ley para reconocer el matrimonio homosexual hizo descartó  en el Senado el pasado 24 de abril. Los senadores rechazaron la iniciativa por 51 votos en contra y 17 a favor, una decisión que fue aplaudida por los que consideraban que era un ataque a la familia y criticada por la comunidad homosexual, que se considera víctima de discriminación.

La Corte Constitucional de Colombia, en 2011, le había dado al Congreso colombiano un plazo que vencía en junio de este año para reglamentar las uniones entre personas del mismo sexo.

Actualmente, las parejas homosexuales en Colombia pueden registrar ante notarios sus uniones y, según la jurisprudencia de la Corte Constitucional, pueden heredar bienes, pensión y afiliar a la pareja al sistema de salud, aunque el acto no es reconocido como matrimonio.

Con Brasil, ya suman 15 los países donde el matrimonio homosexual es legal: Holanda, Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia, Argentina, Dinamarca, Francia, Uruguay y Nueva Zelanda.

En Estados Unidos el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal en los estados de Delaware, Rhode Island, Connecticut, Iowa, Massachusetts, Maryland, Maine, Nueva Hampshire, Nueva York, Vermont y Washington, además del Distrito de Columbia.

En Minesota, la legalización está solo pendiente de ratificación por el gobernador del estado, el demócrata Mark Dayton, después de que fuera aprobada en las dos Cámaras legislativas estatales.

Hace ahora un año, antes de ser reelegido en noviembre de 2012, el presidente de EE.UU., Barack Obama, anunció que había cambiado de parecer y apoyaba el matrimonio homosexual, que había rechazado en 2008 cuando era candidato presidencial demócrata.