Universidades, colegios, empresas privadas de telecomunicaciones y organismos regionales de países poseían satélites activos en el mundo hasta diciembre del 2012, según la agencia espacial estadounidense (NASA por sus siglas en inglés).

Mientras que 116 países han tenido en algún momento satélites desde que la ex Unión Soviética lanzó el primero en 1957. A partir de entonces ya son más de seis mil satélites los que se han puesto en órbita. De ellos solo 1.046 estaban operativos hasta diciembre del 2012, según la NASA. El resto funcionó en su tiempo y ahora son parte de lo que se denomina como basura espacial que orbita la Tierra. Entre las naciones que han tenido satélites se incluye a países como Colombia.

Con el cohete chino no tripulado LM2D se puso en órbita, el 25 de abril pasado, al nanosatélite NEE-01 Pegaso, el primero de su tipo construido en el país por la Agencia Espacial Civil Ecuatoriana (EXA) y la empresa privada. Sus creadores han informado que empezará a transmitir en directo imágenes y videos desde el espacio a partir de mediados de este mes.

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El cohete chino, ese día, también colocó en el espacio un satélite de observación de ese país, el Gaofen-1, y dos nanosatélites de Turquía y Argentina. El de este último país, bautizado como CubeBug-1, fue fabricado por la empresa privada Satellogic con fines educativos y científicos, al igual que el ecuatoriano.

El argentino puede cumplir las funciones de los grandes aparatos que orbitan la Tierra, pero con un tamaño y un costo infinitamente menor, informó el diario La Nación.

“En el campo espacial, la tecnología está atrasada a nivel innovación. Los avances (...) son lentos y se hacen de a poco. Por ello, los nanosatélites podrán modificar a futuro la tecnología espacial... y generar beneficios a muy bajo costo”, dijo Emiliano Kargieman, responsable de ese proyecto, al medio argentino. Y detalló que mientras un satélite común puede costar entre 50 y 500 millones, un nanosatélite puede financiarse con menos de 10.000 o 20.000 dólares y lograr amplias funciones.