El Banco Ecuatoriano de la Vivienda (BEV) entrará en proceso de liquidación voluntaria en seis meses, según el superintendente de Bancos, Pedro Solines, una vez que el manejo total de su cartera de créditos para vivienda sea asumido por el Banco del Estado (BEDE).

Esto es parte de una política de reestructuración de la banca pública.

Se pretende no duplicar esfuerzos entre las instituciones financieras públicas, según María Soledad Barrera, gerenta del BEDE, quien puntualiza que la idea es “buscar la eficiencia y el adelgazamiento en estructuras que pueden no necesariamente requerirse para atender ese segmento de la política pública” (vivienda de interés social).

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Gustavo Reyes, miembro del directorio del BEDE hasta enero, explicó que en primera instancia el argumento de las autoridades para que el Banco del Estado empiece a asumir el rol del BEV fue la necesidad de complementar el trabajo de los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD). Por ello, el 25 de abril del año pasado el directorio del BEDE, que financia sobre todo obras de infraestructura básica (agua, alcantarillado), decidió incursionar en viviendas de interés social (hasta $ 30 mil) por ser parte de la planificación urbanística que pueden asumir los GAD.

En diciembre pasado, el BEDE ya analizó la posibilidad de comprar parte de la cartera del BEV, pero esa vez el discurso de los representantes del Gobierno en el directorio del banco fue la necesidad de optimizar la banca pública.

No obstante, según informe presentado por la gerencia de riesgos del BEDE, el 27 de diciembre del 2012, se plantea al menos una docena de observaciones a 24 proyectos de vivienda de interés social del BEV (de 102 registrados en esa línea).

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Entre los comentarios se indica: ningún proyecto cuenta con análisis legales actualizados; no hay expedientes con información completa; no se entregó un estudio de mercado y un informe comercial para analizar el nivel de ventas.

A ello se agrega que los 24 proyectos generan una provisión de $ 2,8 millones, de los cuales 65% corresponde a dos calificados como C2 y D. La primera nomenclatura significa un crédito deficiente con una pérdida esperada entre 40% y 60%. La D de dudoso recaudo, era de $ 954.578 con un rango de pérdida entre 60% y 99%.

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Los proyectos calificados A1 y A2 son 15 hasta octubre del 2012 y bajan a 12, al mes siguiente, “situación que se puede deteriorar a medida que avanza el nivel de maduración de los proyectos”.

Finalmente se indicaba que 8 proyectos tienen como promotor a Arqplanes, con $ 11,9 millones que representa el 16% del patrimonio técnico del BEV, superando los límites de concentración que establece la ley.

Reyes señaló que la cartera de $ 41,8 millones de estos proyectos no representa ni el 5% del patrimonio del BEDE, por lo que su compra no significa un riesgo para la entidad. Pero sí puntualizó que con este informe se identifican dificultades en los proyectos que, a futuro, van a ser difíciles de administrar por el BEDE.

Por eso, dijo que se decidió adquirir primero la cartera que no tiene inconvenientes, operación por $ 37 millones para 23 proyectos. A mediados de este año se planea comprar cartera con problemas de morosidad.
 

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Observaciones
Ente:
La Superintendencia de Bancos realizó, el año pasado, observaciones al BEV. Una de ellas por no implementar estrategias para fortalecer procesos de recuperación de cartera.