El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció este miércoles la expulsión de la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés). El hecho se da como protesta contra el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, quien calificó a Latinoamérica como un "patio trasero".

"Hoy solo vamos a nacionalizar o profundizar la nacionalización de la dignidad del pueblo boliviano", dijo Morales este miércoles en La Paz, al informar de una medida que era demandada por sectores sociales que sustentan a su Gobierno.

El mandatario indígena, un aliado de los gobiernos de Cuba y Venezuela, que ya había expulsado al embajador y a la agencia antidrogas de Estados Unidos en 2008, no anunció la nacionalización de alguna empresa, como había hecho cada primero de mayo desde que llegó al poder hace siete años.

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El anuncio del mandatario reaviva tensiones entre la potencia mundial y el pequeño país sudamericano, que en los últimos meses parecían haber avanzado hacia una normalización de relaciones, luego de casi cinco años sin embajadores.

Morales encabezó luego una masiva marcha obrera en la ciudad oriental de Santa Cruz, la primera liderada por un presidente del país en el Día del Trabajo en esa ciudad, que ha sido un bastión de la derecha.

El gobernador y el alcalde de Santa Cruz, ambos opositores, no asistieron a la manifestación obrera que llegó hasta la misma plaza central en la que ambos líderes conservadores encabezaron duras protestas antigubernamentales en años recientes.

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Morales realizó ambos gestos políticos en menos de 48 horas, desde de que el Tribunal Constitucional boliviano le abrió la puerta para buscar una segunda reelección consecutiva en 2014, provocando duras protestas de la oposición.

La agencia USAID, que ya había reducido drásticamente sus operaciones en Bolivia desde el 2009, ha sido acusada por el Gobierno y sindicatos campesinos oficialistas de financiar a la oposición, e incluso a indígenas amazónicos que rechazan un proyecto de carretera en la selva central del país.

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La Agencia lleva 49 años en Bolivia, y ha impulsado diversos proyectos de desarrollo económico, social y político. Sin embargo, en 2013 mantenía solo pequeños planes de salud y protección del ambiente, con una inversión anual de unos 20 millones de dólares, según medios locales; mientras Morales dijo que el Gobierno aprobó fondos para garantizar la continuidad de los proyectos de USAID.

En tanto Estados Unidos lamentó "profundamente" la decisión del presidente de Bolivia, y advirtió que su mayor efecto será sobre el pueblo boliviano que se beneficiaba de sus programas.

"Estados Unidos lamenta profundamente la decisión boliviana de expulsar a Usaid, y rechazamos las acusaciones (de intromisión) hechas por el Gobierno boliviano", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Patrick Ventrell, en una conferencia de prensa.