No lo reconoció enseguida, pero en cuanto lo hizo le extendió la mano sonriente, felicitándolo, deseándole que siga adelante en su cambio de vida.

Jony Guerrero, dueño de un asadero de pollos en la avenida Casuarina, en el ingreso a la cooperativa Balerio Estacio, se mostró contento de ver a Joel Eliseo Duarte, de 22 años, pulcro, pero más que eso, sobrio, sin evidencia de que estuviera bajo los efectos de la droga, como solía verlo en esta zona del noroeste de Guayaquil.

“Venía a comprarme 25 centavos de papas fritas, yo le daba con aguado”, dijo Jony sobre el comensal que se somete a un proceso de rehabilitación para dejar el consumo.

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Joel Eliseo figura hoy por un video que en estos días se viralizó por la frase “Harta demencia”, dicha al exponer su aspiración de ser un policía del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), al ser entrevistado por José Delgado para su canal de YouTube.

El joven recordó que en esa entrevista grabada hace dos años había pedido al periodista que comprara pan y cola, que él y sus amigos habían consumido droga y tenían hambre, que respondía pensando en que luego obtendría un bocado.

Evocó que en esos días deambulaba en la entrada de la 8, dormía en la calle, asaltaba, peleaba, robaba cosméticos de casa de su mamá..., todo para saciar su vicio.

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Fue ella, Mónica Calero, la que una tarde se le presentó llorando y preguntándole firme si estaba dispuesto a dejar el vicio, proponiéndole ir a un espacio de rehabilitación en la misma Balerio Estacio, del que le habían dado buenas referencias.

Rehabilitación

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Así, Joel Eliseo se integró al proyecto Amor y Vida, que dirige Adrián Gortaire, quien también tiene un pasado con las drogas.

“Somos una red, tenemos médicos, psicólogos, enfermeros, terapistas. Aquí (en Balerio Estacio) hemos rescatado a muchos chicos; allí en ese parque fumaban marihuana, ahora hacen deporte”, dijo Adrián.

Contó que empezaron como casa de acogida, brindando comida, charlas, que luego tuvieron demanda de camas, que debieron aceptar que algunos jóvenes se quedaran a dormir porque si los dejaban ir, “seguramente iban a consumir”.

Joel Eliseo, por el progreso en su rehabilitación y popularidad, colabora con su testimonio y ofrece consejería a los 18 jóvenes que luchan por dejar el vicio de las drogas.

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El proyecto Amor y Vida se desarrolla en una casa de una planta, donde los chicos reciben consejería también de profesionales, estudian pasajes de la Biblia, colaboran en la preparación de los alimentos.

“Como somos una red, compramos comida al por mayor para que nos salga más económico y nos repartimos, también tenemos una pollera en el patio para abaratar los costos”, subrayó Adrián y señaló que tramita la obtención de personería jurídica para su espacio.

Entidades que han ofrecido trabajo a Joel Eliseo también han comprometido apoyo para la casa, que así ayer iba a recibir una computadora y otros insumos. A él, bachiller en Mecánica Automotriz, le han propuesto vender alimentos procesados, insumos informáticos. Y no descarta postularse para ser un policía del GIR. (I)

Personal

Joel Eliseo Duarte Calero es parte del proyecto Amor y Vida, de ayuda a consumidores para dejar las drogas. Los fines de semana deja la casa de acogida y va a la vivienda de sus padres, Francisco Duarte, maestro pintor y enderezador de carros, y Mónica Calero, vendedora de cosméticos. Con ellos habita su conviviente, Marina Medina, madre de dos hijos. Su anhelo es casarse con ella este año.

Este cambio es de toda la vida, porque cada día tenemos una pregunta y Dios nos da la respuesta. Pregunté: Dios cuándo me sacarás de aquí, él me respondió por medio de mamá”Joel Eliseo Duarte, consumidor en proceso de rehabilitación.