En gastronomía se utiliza el vinagre no solo para limpieza y conservación de alimentos, sino también para la elaboración de vinagretas y como ingrediente para diferentes recetas. Su consumo tiene beneficios para la salud, pero también puede afectar si no se conoce la cantidad adecuada que debe consumirse a diario, y en qué casos de enfermedades está restringido.

El vinagre es una sustancia liquida ácida que se puede diluir en agua, resulta de la fermentación del alcohol por parte de la bacteria Mycoderma Aceti. Se lo conoce desde la antigüedad y posiblemente está ligado a la producción de licor (vino). En su composición encontramos: ácido acético, cítrico y tartárico, dice la nutricionista Narcisa Zambrano de Lecaro, especializada en dieta médica personalizada.

Existen varios tipos de vinagres en el mercado, los más conocidos son el de malta, miel, jerez, blanco, de manzana, de hierbas, uva y balsámico.

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Zambrano indica que el vinagre más cotizado es el balsámico (aceto balsámico di Modena). Este se caracteriza por su color oscuro y de sabor un poco dulce, en su proceso de elaboración se lo madura en diferentes barriles de madera mínimo por 12 años.

El vinagre balsámico, blanco y el de uvas tienen antioxidantes, que es una sustancia que ayuda a prevenir la oxidación (daños) de las células.

Propiedades
Marcelo Uscocovich, nutricionista, explica que el vinagre balsámico además es rico en potasio y ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre.

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Uscocovich comenta que el vinagre de manzana, en cambio, provee de minerales y vitaminas al cuerpo. Mientras que el de miel podría servir como un antibiótico natural. El vinagre de jerez y el de malta también tienen vitaminas, además una gran cantidad de potasio.

Otro de los vinagres es el de hierbas, este por su aroma puede servir para aromaterapia, que es un método de medicina alternativa para curar v enfermedades y consiste en la percepción de olores por el olfato y la colocación en la piel.

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Uscocovich destaca que de forma general todos los tipos de vinagre, debido a que contienen ácido, pueden minimizar la absorción de carbohidratos en el organismo, agrega que además ese componente puede eliminar bacterias del sistema digestivo. “Para esto se pueden tomar dos cucharadas de vinagre al día”, destaca Uscocovich.

Por su proceso de fermentación, el vinagre puede ayudar a digerir los alimentos. “Apoya para que sea más rápido o para el vaciado estomacal”, afirma el nutricionista.

A estos beneficios se añaden otros. Zambrano menciona que en el año 2009 se publicó en la revista científica Journal of Agriculture and Food Chemistry un estudio hecho en ratones, a los que se les administró vinagre y perdieron peso. Agrega que un análisis que se realizó a seres humanos y fue publicado en European Journal of Clinical Nutrición refiere la pérdida de peso en personas que consumían diariamente vinagre.

Añade que en cosmetología se usa el vinagre para mejorar la apariencia de la piel, reducción de cayos y eliminación de caspa.

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Límites
Uscocovich asegura que el consumo de 100 mililitros (ml) de vinagre por hora puede ser perjudicial para la salud porque puede afectar el hígado. “Esa cantidad puede estar en una sola comida, hay que tener mucho cuidado”, manifiesta el médico.

No deben consumir este líquido quienes sufren de cirrosis, una enfermedad crónica e irreversible del hígado que se origina a causa de la destrucción de las células hepáticas. “El vinagre es hepatóxico, por el ácido acítico, que es uno de los componentes”, dice Uscocovich.

Agrega que para el cuidado de la salud el vinagre puede ser usado en la limpieza de cuchillos y mesones de cocina. “Ahí está la carga bacteriana, por eso la comida hace daño. Se debe mezclar una taza de vinagre y dos de agua para remojar los cuchillos durante un minuto, luego se enjuaga”, dice.(I)

Dato
El vinagre sirve para definfectar cuchillos, en los que se acumulan bacterias